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Tribuna:
Tribuna
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¡Felicidades!

Señores, enhorabuena. Les ha costado. Más de lo que pensaron en un principio. Cierto es que más les ha costado a otros, en muertos, en heridos, en desmoronamiento de creencias, en ruina física, y moral. Pero Ustedes han logrado sus objetivos. Ya no hay remedio, dicen. Y ya tienen que dejar que suceda lo que desde un principio muchos querían que sucediera. Hicieron lo posible porque así fuera. Con la dificultad añadida de que habían de hacerlo sin que lo notaran sus respectivas opiniones públicas.Pero ahora podemos pasar al comunicado final de la guerra. Las fuerzas bosnias, aquellos que comenzaron la. guerra defendiendo un Estado plurinacional y multiétnico, han muerto, han desertado al tribalismo o han sido vencidas. A Ustedes les ha costado algún dinero, pero valía la pena. Tendrán la Gran Serbia, potencia regional que ponga orden. En Londres y París se apostó por ello desde el principio. Por la necesidad de lograr una victoria política sobre la Alemania unificada, poderosa económicamente. Había que impedir lo que algunos creían en aquellas cancillerías que podía ser también una victoria política y estratégica de Alemania. Han compensado complejos históricos a costa de 250.000 muertos. ¡Valientes Von Clausewitz!

Han tenido a gentes dedicadas a la causa tan efectivas como Lord Owen, los generales Morillon, el inefable Rose o el canadiense Mackenzie, tan encariñado por la buena camaradería con Karadzic que se dedicó después a dar conferencias para el lobby serbio por el mundo. No había lugar para tal complejo. Alemania ha demostrado que sigue siendo un enano político cuando no hace pulsos comunitarios a golpes de talón bancario. ¡Poca confianza en sí mismo ha demostrado este supuesto coloso! Y todos han demostrado, independientemente de su renta per cápita, ser unos enanos políticos.

¿Qué decir de EE UU, supuesta única potencia y líder mundial con un presidente provinciano más ignorante que aquel antecesor suyo presbiteriano Woodrow Wilson, asesorado por ancianos del pasteleo como Warren Cristopher y cínicos del aislacionismo? Han cambiado de opinión cada dos semanas, han creado expectativas a unos y animado a otros con su indecisión. Porque indecisos sinceros ha habido pocos. Los que creían que tendrían ayuda para hacer frente a quienes luchan por el primer régimen fascista en Europa desde 1945. Los bosnios, que no utilizaron desde un principio los métodos que, se ha visto, son los que Occidente considera aceptables para dibujar nuevos mapas. Otros han disimulado para facilitar la acción a quienes no tienen escrúpulos y han logrado estar ahora en vísperas de inaugurar su gran Estado tribal.

¡Enhorabuena a todos! Porque, si creen que nos traerá la estabilidad a la región ese Estado basado en la pureza de raza, en el odio religioso y en la represión, en la brutalidad en suma, han hecho una gran aportación a que tengamos más de lo mismo. Habrá más tribus, más Karadzic, más matanzas. En los Balcanes y fuera de ellos.

Y tengan cuidado de que este espíritu de la tribu y de la raza única y superior que han fomentado no se les instale en sus propios países. Cuidado con impedir ahora el derecho legítimo de los franceses a hacer un pogromo contra los argelinos en Marsella. Y que no gane unas elecciones en Alemania un Milosevic como el que han convertido ustedes en estadista. No se las tendrían que ver con un dictadorzuelo de medio pelo. Y él pedirá Polonia y los Sudetes y Tirol del sur y Austria, con el mismo derecho que han otorgado Ustedes a los Milosevic y Karadzic. Y la OTAN, nuestra seguridad, tiene ya fisuras definitivas. Y la Unión Europea está corroída por el recelo. Y los rusos quieren intervenir en el vecindario. Como Serbia lo ha hecho en los Balcanes. Después querrán hacerlo en Polonia o Hungría. ¡Enhorabuena, señores, porque nos van a deparar un fin de siglo en Europa extremadamente interesante!

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