El Fondo Monetario afirma que los Presupuestos de 1995 son "una pausa" en el ajuste fiscal
Los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año serán "una pausa" en el esfuerzo de ajuste fiscal que el Gobierno ha acometido este año. Así lo destaca el informe que una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha realizado sobre la economía española, según han manifestado fuentes conocedoras del mismo. Los técnicos del organismo destacan la recuperación de este año pero lanzan serias advertencias sobre el peligro de un considerable rebrote de inflación, y mantienen que todavía son escasos los esfuerzos para reducir el déficit público.
Una vez más, el FMI recomienda mayor profundización en la reforma laboral, diferenciar claramente la financiación del sistema de pensiones y de sanidad, reducir las subvenciones a empresas públicas, y emprender reformas estructurales en servicios, entre otras medidas.La delegación de expertos del FMI ha afilado este año más el lápiz a la hora de escribir su informe sobre las perspectivas de la economía española. Este organismo cree que los objetivos a medio plazo que el Gobierno marca en el plan de convergencia -hasta 1997- son alcanzables, pero siempre y cuando se adopten pronto medidas presupuestarias y reformas estructurales. Si bien reconocen que sus previsiones para 1995 no difieren mucho de las del Gobierno, especialmente en inflación y sector exterior, en el informe muestran su inquietud para años venideros, fundamentalmente en lo que se refiere al déficit público y aumento de precios.
La protección social
El informe, según las fuentes consultadas, subraya que 1995 será una pausa en el esfuerzo de ajuste fiscal, ya que sólo se reducirá un 0,8% el déficit de las administraciones públicas centrales (Estado, Seguridad Social y organismos autónomos). Y si se quiere conseguir el objetivo de un déficit público del 3% en 1997, habrá que tomar nuevas medidas cuanto antes.
El Fondo cree que será difícil lograr reducciones sustanciales del desequilibrio presupuestario por la vía del recorte de gastos, muy usada estos últimos años, por lo que sugiere que se introduzcan medidas de reforma en el sistema público de protección social y se racionalicen las subvenciones a empresas públicas.
Los expertos del Fondo vuelven a tratar en su informe uno de los aspectos que más polémica levantó en la última asamblea anual del organismo celebrada en octubre en Madrid: el de las pensiones. En este sentido, proponen diferenciar claramente la financiación de las pensiones de la de sanidad y una relación más directa entre las contribuciones y la pensión futura. También insisten en la necesidad de complementar el sistema público de pensiones con uno privado, modificando tanto la cuantía de las contribuciones como la de la pensión. El FMI reconoce que el desequilibrio demográfico que provocará que no haya suficientes trabajadores en activo para financiar las pensiones de los pasivos no se producirá desde luego antes de 30 años; pero recuerda que, no por ello, hay que demorar la actuación. Si no se reacciona, vaticinan que habrá que adoptar drásticas medidas que incluyan fuertes incrementos de las cotizaciones y rebajas de las prestaciones.
Los expertos del Fondo ponen especial cuidado en afirmar que no hay porqué reducir ninguna pensión actual, pero advierten que no hay recursos suficientes para asegurar que subirán por encima de la inflación.En cuanto a la sanidad, el informe abre la puerta a la participación privada en su financiación. Afirma que el sistema sanitario no ha de financiarse en base a contribuciones según el salario y que, dada la penuria del presupuesto y la escasa posibilidad de recortar gastos públicos, habrá que desarrollar nuevas fuentes de financiación.
Los expertos no dejan escapar la novedad de que el año que viene el Banco de España estrena autonomía. Y recuerdan que la entidad deberá tener la fortaleza necesaria para subir los tipos de interés si fuera necesario, con el fin de controlar la inflación, aunque esa medida no encontrará suficientes apoyos, tanto en el Gobierno, como entre los agentes económicos y sociales.
El Fondo muestra una seria preocupación por que se disparen los precios. El FMI piensa que tanto la recuperación, corno el aumento del IVA, pueden empujar la inflación al alza. Por ello recomienda que prosiga la. moderación salarial y que el banco emisor vigile las presiones que puede haber sobre la peseta. en el mercado de cambios.
Otro punto clásico en los últimos estudios del FMI, el de la reforma laboral, aparece también en esta ocasión. Y se pide, de nuevo, más flexibilidad, aunque ahora para impulsar la movilidad geográfica y funcional y abaratar el coste del despido por causas económicas. El Fondo califica de buena la reforma emprendida por el Gobierno pero dice que aún es pronto para que se noten alguno de sus efectos.
Por último apunta hacia, alguno de los próximos objetivos anunciados por el Ejecutivo: el de la liberalización de los servicios. El informe reconoce la apertura en sectores como telecomunicaciones y transportes, pero advierte que se deben levantar las limitaciones que hoy existen en el mercado del suelo y en la fijación de tarifas de determinados profesionales.
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