UGT quiere que el Gobierno le devuelva el patrimonio histórico para pagar deudas de PSV
La crisis del grupo IGS-PSV ha generado una situación de emergencia en las finanzas de UGT. La dirección del sindicato ha lanzado un llamamiento de urgencia al Gobierno y a su presidente, Felipe González, para que le devuelva el patrimonio histórico que le fue incautado tras la guerra civil y así poder afrontar las deudas contraídas por el caos de la cooperativa de viviendas. En estos días vence el crédito a un año de 10.700 millones de pesetas que pidió al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para cubrir los agujeros más urgentes cuando el problema estalló. La central sindical, que aún no ha pagado ni siquiera los intereses de ese crédito, renegocia ahora un aplazamiento del préstamo con la agencia financiera del Gobierno.
La devolución de una parte del patrimonio histórico de UGT está pendiente desde el año 1986, cuando recibió 4. 100 millones de pesetas a cuenta de los edificios y fondos que le fueron incautados cincuenta años antes. La central, agobiada por las deudas, cree que ahora es el momento de abordar el asunto y así se lo ha planteado al Gobierno.La Administración tiene preparados los informes técnicos por si el Gobierno decide proceder a la devolución. Incluso el asunto se ha incluido en el orden del día de los últimos Consejos de Ministros, aunque el Ejecutivo no ha tomado todavía ninguna decisión porque tiene serias dudas sobre la conveniencia de cerrar precisamente ahora el contencioso.
Una de las razones es que no solo está pendiente la devolución de parte del patrimonio histórico de la UGT; también lo está el de la, Confederación Nacional del Trabajo (CNT), del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y una reclamación de la central vasca ELA-STV. Fuentes del Ejecutivo aseguran que la devolución del patrimonio no se puede abordar en solitario con UGT y creen que sería conveniente hacerlo de forma conjunta con todas las organizaciones afectadas.
El Gobierno estudia cómo abordar la devolución. Ahora los edificios y los bienes que correspondían a las organizaciones sindicales franquistas están cedidos a las patronales y a las centrales en usufructo. Una de las soluciones en estudio sería entregárselos en propiedad.
En los informes técnicos elaborados por el Ministerio de Trabajo está documentada la propiedad del sindicato socialista sobre inmuebles que le fueron confiscados y valorados, a precios de hoy, en 1.700 millones de pesetas. La central ha realizado unas estimaciones muy superiores y cree tener documentado un patrimonio histórico por valor de 17.000 millones de pesetas, y pendiente de justificar hasta un total de 33.000 millones.
La UGT tiene urgencia en recibir esos fondos porque debe devolver el crédito pediao al Instituto de Crédito Oficial (ICO) en octubre de 1993, cuando estalló la crisis de IGS-PSV, para hacer frente a los agujeros más urgentes y a la suspensión de pagos. El crédito era a, pagar en un año y todavía ni lo ha devuelto ni ha pagado los intereses; por ello está negociando un aplazamiento de los pagos con el ICO, que actúa como agencia financiera del Gobierno.
La amortización del crédito corresponde únicamente a la ejecutiva confederal, mientras que las organizaciones territoriales y sectoriales no tienen ninguna responsabilidad estatutaria. Algunos dirigentes de la central intentan buscar alguna salida más solidaria para hacer frente a esos pagos urgentes. Las organizaciones territoriales y sectoriales tienen unas deudas con la confederal que ascienden a 1.100 millones de pesetas. De esa cantidad, 350 millones corresponden a las federaciones de industria. Las uniones territoriales -principalmente Madrid y Mallorca- adeudan 750 millones de pesetas a la cúpula del sindicato.
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