La cumbre de Casablanca concluye sin acuerdo sobre el banco de desarrollo regional árabe-israelí
La clausura de la conferencia de Casablanca, a la que han asistido más de 2.500 dirigentes políticos y financieros, se retrasó ayer durante una hora y media como consecuencia de las importantes divergencias surgidas en torno a la creación de un banco de desarrollo regional para Oriente Próximo y el norte de África que sirva para aglutinar y canalizar las inversiones en la zona. Pero la conferencia que durante tres días se ha celebrado en la capital económica de Marruecos ha servido para poner los cimientos de un futuro mercado común regional, según se desprende del acuerdo final.
La creación de la futura banca regional había provocado en los últimos días un enfrentamiento economicista-político entre los representantes de Israel y de Estados Unidos, padres del proyecto, y los portavoces de la banca europea, que consideran que existen ya en el mundo y en la zona instrumentos financieros suficientes como para garantizar y apoyar los sistemas de inversión. Los líderes bancarios y políticos llegaron finalmente a un pacto, el de aplazar la decisión final sobre la creación de la banca, y crear una comisión de expertos, que en un plazo de seis meses, elabore un dictamen al respecto. Los resultados de este estudio serán conocidos seguramente en la próxima reunión que se celebra rá a mediados de 1995, en Ammán. La conferencia concluyó con la llamada Declaración de Casablanca, que fue leída en la sesión de clausura de ayer, momentos antes de que el rey Hassan II, en su calidad de anfitrión de esta cita, pronunciara una corta alocución en la que recalcó el carácter indisociable que existe entre la paz y el desarrollo.
La declaración final
La declaración final, que ocupa cinco folios y está dividida en nueve puntos, recoge asimismo como principales proyectos las bases que permitan crear una Comunidad Económica del Próximo Oriente y del Norte de África, que implicaría a la larga la libre circulación de hombres, capitales y mercancías por toda la región.Otro de los grandes proyectos en marcha es la formación de una oficina regional de Turismo, con la que se promueva y se facilite los viajes a la zona. En esta misma línea se ha acordado la creación de una Cámara de Comercio y un Consejo de Inversiones.
Pero la Declaración de Casablanca incluye también aspectos y proyectos políticos, entre los que destaca un llamamiento firme a poner fin al boicoteo árabe contra Israel, al tiempo que se aplaude la decisión adoptada el mes pasado por el Consejo de Cooperación del Golfo, que agrupa a Arabia Saudí, Kuwait, Omán, Qatar, Bahrein y los Emiratos Arabes Unidos, relativa al fin del boicoteo.
El secretario de Estado de EE UU, Warren Christopher, hizo especial hincapié en ese tema en el transcurso de los debates e incluso durante una comparecencia ante la prensa celebrada el martes por la noche. Christopher planteó el fin del boicoteo sin ambigüedades y solicitó que la cuestión fuera abordada en la próxima. reunión de la Liga Arabe. Las palabras y el mensaje del secretario de Estado norteamericano se encuentran también reflejadas en la entrevista que Hassan II concedió a un periódico cairota.
"La cumbre de Casablanca ha abierto aún más y de par en par las puertas a la esperanza", aseguraba ayer un diplomático occidental, que trataba de resumir, sin alcanzarlo, las promesas y los compromisos expresados públicamente o en privado por muchos de los dirigentes durante estos tres días. En esta línea, un ministro de Qatar dejó entender que es posible que, en las próximas semanas, este emirato del golfo Pérsico, así como Bahrein y Omán abran en Tel Aviv oficinas de enlace o pseudoembajadas.
Mensaje de Hassan II
Las últimas delegaciones se disponían a abandonar la capital económica de Marruecos al tiempo que se escuchaba en los pasillos del Palacio Real de Casablanca el eco del último mensaje de Hassan II, dirigido a la comunidad internacional sobre la necesidad de redoblar los esfuerzos en un intento de asegurar el progreso económico y de prosperidad de la región."Hay aún tierras árabes ocupadas y es indispensable, que el Estado de Palestina se convierta en una realidad concreta, a fin de que ello pueda contribuir a la estabilidad de la región", aseguró el soberano alauí, que hizo un llamamiento a las inversiones públicas y al sector privado, para asegurar el desarrollo y con ello la paz en una región tan martirizada por la historia.
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