Tres bailarines del Ballet Nacional de Cuba desertan en Madrid

Tres componentes del Ballet Nacional de Cuba abandonaron ayer la compañía que dirige Alicia Alonso, y han decidido quedarse en Madrid en lugar de regresar a La Habana con el resto de la plantilla que permanecía hasta ayer de gira por España. La última actuación del ballet cubano tuvo lugar en Alicante el pasado sábado, y según algunos miembros de la agrupación, la desmoralización en el conjunto es muy grave y llega hasta la cúpula que rodea a su septuagenaria directora.Marcel Bosch, Víctor Roque y Lázaro López, pertenecientes a la nueva generación de la escuela cubana, elevan a nueve la cifra de artistas de ese ballet caribeño que, bajo diversas fórmulas que van desde la petición de asilo político hasta la tramitación de la nacionalidad española, han optado por escapar de la crisis cubana y no volver a su país. El pasado mes de septiembre huyeron a Suiza las hermanas Ivette y Lisette Regueiro, al mismo tiempo que el bailarín Jorge Orozco desaparecía del hotel madrileño donde se hospedaba la compañía. El caso más notorio de deserción ha sido el de la primera bailarina Rosario Suárez, la estrella más importante del conjunto tras Alicia Alonso, cuya decisión de pedir asilo político en Madrid el pasado 27 de septiembre, ha tenido un fuerte impacto en la colonia cubana de Norteamérica y hasta fue recogido por la prensa cubana, que normalmente silencia esos casos.

Según datos del exilio cubano, en los últimos cinco años han abandonado Cuba un total de 81 miembros del ballet cubano, entre bailarines y técnicos, con nombres relevantes como el director y fundador Fernando Alonso, su hermano el coreógrafo Alberto Alonso y el primer bailarín Jorge Esquivel.