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Reportaje:ASTRONOMÍA

Primeros pasos del supertelescopio español del 2000

Con la nueva generación de observatorios se buscarán planetas en otras estrellas y se estudiará la formación de las galaxias

Uno de los diez o doce telescopios gigantes que hacia el año 2000 apuntarán hacia el cielo desde distintos lugares de la Tierra debería estar en España, en el observatorio del Roque de los Muchachos de la isla de La Palma (Canarias). Los astrónomos están de acuerdo. La cuestión es si España es capaz de construirlo y dedicarle los 10.000 millones de pesetas que hacen falta para ello.El observatorio de La Palma es uno de los mejores del mundo en el hemisferio norte, junto al de Mauna Kea (Hawai). Y España, para dar los primeros pasos en la construcción de un supertelescopio, cuenta con la concepción técnica básica de un proyecto hispano-británico que se hundió cuando el Reino Unido decidió llevar su nuevo telescopio a Hawai. Ahora el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha reactivado la iniciativa de esta gran instalación y la ha presentado a la comunidad científica en una reunión de la Sociedad Española de Astronomía (SEA) celebrada en Alicante.

El Gran Telescopio de Canarias (GTC) tendría un espejo principal de ocho metros de diámetro (el doble que los actuales y capaz, por lo tanto, de captar cuatro veces más luz de las estrellas). Si se empezase a construir el año que viene, recibiría la primera luz, como dicen los astrónomos, dentro de seis años.

La generación de los ocho o diez metros es ahora la frontera de la astronomía, y el primer observatorio de este tipo está ya en operación: el Keck, en Hawai. Si con un telescopio grande actual se podría ver una moneda de 100 pesetas a cinco kilómetros de distancia, con los supertelescopios se vería igual de nítida a 50 kilómetros, según explica José Miguel Rodríguez, director científico del proyecto español.

El pasado del universo

Los astrónomos podrán así ver cuerpos celestes de luminosidad muy débil y distinguir detalles inapreciables, con los. equipos actuales. Avanzarán en el conocimiento de la formación estelar y buscarán planetas alrededor de estrellas de la Vía Láctea. Los cosmólogos observacionales profundizarán en el pasado del universo asomándose a las galaxias más lejanas para estudiar su origen y evolución."La propuesta para el ocho metros estará preparada para finales de 1994 y será analizada por un comité de expertos internacionales antes de que el consejo rector del IAC (en el que están representadas las administraciones central y autonómica) tome la decisión definitiva al respecto", dice Francisco Sánchez, di rector del IAC. De momento, el GTC ha recibido ya el apoyo de destacados científicos europeos.

Sin embargo, la inversión de otros países en el proyecto español, que aspira a recabar finan ciación en programas de la UE, es difícil, ya que los europeos es tán metidos en la construcción de cuatro supertelescopios en Chile, en el Observa torio Europeo Austral, al que España no pertenece. El IAC no descarta estable cer acuerdos de cooperación con otros países en forma de aportaciones tecnológicas para el ocho metros.

Mientras tanto, los astrónomos españoles, una comunidad científica en pleno auge, señalaron en la reunión de la SEA los puntos críticos de la construcción del telescopio e intentaron definir las vías de colaboración en el proyecto.

La mayor dificultad no está en construcción de esta gran instalación, apuntaron los especialistas. Al fin y al cabo, no se trata de in ventar algo nuevo, sino de ha cer un telescopio como los que están en marcha en otros países, y la tecnología no es secreta. Además, los elementos claves se hacen en un puñado de si tios en el mundo, incluida la in dustria catalana que fabricó parte de la estructura del Keck.

Lo que parece más difícil es desarrollar en España los instrumentos científicos. "Una cosa es hacer buena ciencia, y hemos demostrado que somos capaces, y otra construir un te lescopio de tanta envergadura y hacer los instrumentos de observación sin tener apenas ex periencia", señala José María Torreyes, del Instituto de As trofísica de Andalucía, puntualizando que apoya la idea del ocho metros español.

Tambien Carlos Eiroa, de la Universidad Autónoma de Madrid, tiene dudas respecto al de sarrollo de cámaras y detecto res. "Y no vale cualquier cosa", dice, "tienen que ser instrumentos que aprovechen realmente la potencialidad del telescopio". Él cree que lo mejor sería formar consorcios con grupos internacionales para hacer los primeros equipos y adquirir experiencia con vistas al futuro, porque un telescopio dura 25 o 30 años. "Tal y como está la astronomía en el mundo, hay que conseguir un ocho metros para no quedarnos atrás", dice Eiroa.

La clave: el espejo

Uno de los elementos clave de los nuevos *telescopios es el espejo. De hecho, ha habido que dar un salto tecnológico para pensar en ocho metros de diámetro sin que el peso excesivo afecte catastróficamente a su capacidad óptica. La solución elegida por casi todos los constructores es hacer espejos muy delgados y corregir constantemente su forma con dispositivos electromecánicos. Estos sistemas de óptica activa permiten hacer un espejo de ocho metros de diámetro con un grosor de 20 centímetros, frente a los 75 centímetros de los de cuatro metros, con un incremento de sólo 100 toneladas sobre las 200 que pesan los otros.El ocho metros español llevaría más de 300 actuadores que mantendrían la forma del espejo y un prototipo reducido del sistema, construido en el IAC, ha demostrado ya su eficacia. Además se incorporaría óptica adaptativa, un recurso de vanguardia para compensar las distorsiones inducidas por la atmósfera en la luz. La participación de la industria española en el ocho metros es imprescindible, afirman los promotores del proyecto, pero el espejo hay que comprarlo a uno de los dos únicos fabricantes que existen en el mundo.

El GTC no tiene aún nombre propio y, según la tradición de los constructores de telescopios, debe llevar el de un astrónomo célebre. Mientras tanto, no falta sentido del humor en el IAC y se empieza a hablar del TOMATE, Telescopio de Ocho Metros de Alta Tecnología Española.

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