_
_
_
_
Crítica:RECITAL
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dos voces y un unísono

La editorial Alfaguara cumple 30 años. Para celebrarlo, organizó anoche en Madrid un recital, A dos voces, que fue un mano a mano entre sendos artistas uruguayos: el escritor Mario Benedetti y el guitarrista, cantante y compositor Daniel Viglietti. Colaboraron el Ministerio de Cultura, (Inaem), la Embajada de Uruguay, el Instituto Nacional del Libro de ese país, la Casa de América e Iberia.Este tipo de espectáculo mixto, rapsoda-cantor, - aunque no muy normal, va haciéndose un hueco. Hace poco, Paco Ibáñez y José Agustín Goytisolo permanecieron un mes en el Marquina. Ibáñez ya estaba curtido en muchos escenarios acompañando a Rafael Alberti. Gabriel Celaya también realizó en los años setenta esporádicas incursiones en el género, por ejemplo, con Rosa León. El mismo Daniel Viglietti es un experto en esta fórmula; ya había realizado espectáculos con los poetas Juan Capagorry y Eduardo Galeano. Benedetti, por su parte, mantiene relaciones estables con la música. Más de 40 compositores e intérpretes españoles e iberoamericanos se han acercado a sus poemas; entre ellos, Serrat, que grabó un álbum con textos del escritor, El sur también existe, y que ha incluido otro texto del uruguayo, Historia de vampiros, en su último disco recién salido a la venta, Nadie es perfecto.

A dos voces

Mario Benedetti, poeta y rapsoda; Daniel Viglietti, guitarrista, cantante. Teatro María Guerrero. Madrid, 19 de septiembre.

Mario Benedetti, 74 años, y Daniel Viglietti, 55, dieron un recital fulgurante y vertiginoso, pero sosegado. Mucha gente supone que estos conciertos son plúmbeos y monorítmicos. Todo lo contrario; pero hay que dejarse llevar por los artistas, volar con ellos, latir al unísono. La alianza entre música y poesía es eterna e ineludible. Es, en definitiva, el imperio de la magia de la palabra. Un poeta y un cantor, aliados, son capaces de provocar delirios tranquilos. Y eso fue lo que pasó anoche.

La palabra superó a la música. También es cierto que Benedetti permaneció todo el acto balanceándose tranquilamente en una mecedora, dominando. Benedetti recita muy bien sus poemas porque parece que se los dice a un amigo. Viglietti está algo más tenso, controlando la voz esquiva, arpegiando mientras Benedetti déclama. El cantante susurra tímidamente, el escritor recita con autoridad y sencillez. El cantor está más cerca del rapsoda que del músico. Quizá fuera preciso un leve apoyo instrumental bien temperado.

Pocas veces se aplaudió, pero no por tedio, sino porque el ritmo del espectáculo no lo permitía. Hubo momentos más emocionantes, por ejemplo, cuando Benedetti recitó Bandoneón: "Me jode confesarlo / pero la vida es también un Bandoneón. / Hay quien sostiene que lo toca Dios / pero yo estoy seguro de que es troilo / ya que Dios apenas toca el arpa / y mal".

Coincidiendo con su 30 aniversario, la editorial Alfaguara, en colaboración con la colección Visor de Poesía, ha editado un libro con los textos de los poemas y las canciones. Junto con el libro, se entrega gratuitamente un disco compacto con la grabación del concierto realizada en Argentina el año pasado. Al mismo tiempo, Alfaguara acaba de sacar Cuentos completos, una colección de relatos de Mario Benedetti.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_