Llega la gripe, es hora de vacunarse

Aún en mangas de camisa y con el recuerdo de la arena de la playa en los zapatos, la gripe ataca, de nuevo. Los primeros estornudos casi coindicen con las campañas de vacunación que se desarrollan entre septiembre y octubre. Entre 3,5 y 4 millones de españoles la contraen cada año. Sus causantes son un grupo' de virus que campean por el mundo nada menos que desde el año 430 antes de Cristo, y que los propios científicos consideran muy difíciles de erradicar. Sin embargo se acaba de dar un nuevo paso, identificando el mecanismo infeccioso viral, que abrirá nuevas vías terapéuticas. Se trata de la infección más común, junto a los procesos catarrales, durante los meses de otoño e invierno, y provoca unas pérdidas por absentismo laboral que son cifradas en unos 80.000 millones de pesetas anuales. "Desde finales de septiembre, y durante todo el mes de octubre, se consideran las fechas más indicadas para la vacunación. Pero si alguna persona, por despiste o cualquier otra razón, no se ha vacunado en este tiempo, puede hacerlo perfectamente en no viembre o incluso diciembre", afirma al doctor José Ramón de Juanes, jefe del servicio de medicina preventiva del hospital Doce de Octubre de Madrid.

Los virus de la gripe más significativos desde el punto de vista epidemiológico son los A y B, que con frecuencia experimentan cambios de una temporada a otra, por lo que es necesario variar la composición de las vacunas cada temporada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aísla cada. año cepas de los virus de la gripe y realiza esta operación a través de las diferentes instituciones colaboradoras que tiene en todo el mundo.

Según De Juanes, la vacunación masiva a la población, general no es necesaria ni económicamente. rentable: "Es aconsejable", dice, "en todos los mayores de 65 anos, adultos y niños con problemas cardiovasculares y respiratorios; enfermos crónicos con procesos como diabetes o insuficiencia renal y todas aquellas personas inmunodeprimidas o con las defensas bajas. En nuestro servicio también recomendamos la vacunación antigripal a los enfermos y portadores del virus del sida, así como a todas aquellas personas que por su actividad profesional tienen más riesgo de contraer el virus y de transmitirlo a los demás, como médicos, enfermeras y trabajadores y voluntariado de asistencia domiciliaria".

Este especialista advierte que también podría aconsejarse en grupos de población que viven en régimen de comunidad, como internados, colegios mayores o cuarteles.

La protección que ofrece la vacuna es altamente satisfactoria: el 80% de los vacunados queda totalmente inmunizado frente al virus, mientras que el 20% restante padece la infección, pero generalmente de forma más leve que si no se hubiera vacunado. Esta vacuna es eficaz en toda Europa.

Los efectos secundarios son prácticamente inexistentes. A veces puede producir una pequeña reacción local de enrojecimiento e hinchazón o febrícula. Sus contraindicaciones se circunscriben únicamente a las personas alérgicas a las proteínas del huevo (que forman parte de la composición de la vacuna) y aquéllas con estados febriles importantes. Las mujeres embarazadas pueden vacunarse sin que el feto sufra el menor riesgo. Se puede administrar sin alterar en absoluto el calendario infantil de vacunación.

Las características de la gripe son las siguientes:

- Periodo de incubación: Es muy corto y generalmente la instauración de la gripe es muy brusca.

- Síntomas: Los primeros son los dolores de cabeza y musculares, escalofríos y fiebre. Suele acompañarse de afectación de las vías respiratorias altas, por lo que aparecen estornudos, congestión nasal, tos y demás síntomas del catarro común. Ambos procesos están producidos por virus diferentes. Por esta razón, quienes se hayan vacunado sólo contra alguno de estos dos trastornos no lo está frente al otro.

- Tratamiento: La mejor actitud terapéutica es evitar coger frío y, si es posible, guardar cama. Se pueden administrar antitérmicos para bajar la fiebre y analgésicos para calmar el dolor y el malestar general. Sólo al presentarse complicaciones, el médico prescribirá antibióticos y otros medicamentos que considere necesarios.

- Complicaciones: Suelen ser de origen bacteriano, y las más frecuentes corresponden a las vías respiratorias bajas (bronquitis y neumonía). Es muy raro que aparezcan en personas sin ninguna otra patología y cuyo sistema inmunológico o defensivo se encuentre en perfecto estado.