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Entrevista:42 FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

"Oliver Stone ha violado mi guión"

Rocío García

La escalofriante violencia de sus películas despierta odios y amores sin control. Su mandíbula y frente más que prominentes alivian en parte el toque alelado de su mirada. En su primer filme, Reservoir dogs, que consiguió la Palma de Oro en el último festival de Cannes, Tarantino narraba la historia de una panda de atracadores que se disponen a dar un golpe y acaban ellos mismos golpeados, tras infiltrarse un policía en su banda. Pulp fiction, aún no estrenada comercialmente y que fue proyectada ayer en el 42º Festival de San Sebastián, es un filme compuesto por tres historias repletas de personajes enfebrecidos.Autor de sus propios guiones, sólo dos historias suyas han sido rodadas por otros directores Amor a quemarropa (Tony Scott) y la reciente Natural born killers (Oliver Stone), y no con la misma suerte. Mientras que el trabajo de Scott lo califica de serio, no duda en acusar a Oliver Stone de haber violado su guión.

Pregunta. ¿Tuvo usted una infancia feliz?

Respuesta. Por supuesto que sí.

P. ¿Es la sociedad tan dura como se refleja en su cine?

R. La sociedad no es blanca o negra, tiene muchos matices. Creo que en Estados Unidos la sociedad es mucho más violenta que lo que se ve en mis filmes... Bueno, retiro mi respuesta. Quizá los personajes de mis películas no son los ciudadanos normales norteamericanos, pero sí existen los criminales profesionales, que son los que aparecen reflejados en mis filmes. No soy capaz de hacer una película violenta sin humor. Más dificil todavía, yo me pregunto: ¿se puede hacer una película romántica sin dolor? Imposible.

P. ¿Disfruta regodeándose en la violencia?

R. La violencia no es lo principal de mis películas. Es sólo un aspecto más. Quizás sí es lo que más llama la atención, pero le aseguro que mi violencia no es gratuita, es como un intruso que llega a una casa. Es lo mismo que pasa en la vida real. Por otra parte, tampoco pienso nunca sobre la violencia. Yo no tengo una filosofía sobre ella.

P. ¿Qué parcela juega el humor en su cine?

R. El humor forma parte de mi forma de ser, de mi pensamiento. Intento que la gente se ría de cosas de las que nunca se había reído y de las que probablemente nunca se vuelva a reír.

P. Algunos han tachado su filmografía de cercana a las ideas neofascistas

R. No estoy dispuesto a defender mis películas. Simplemente las hago. Todo el mundo tiene perfecto derecho, a que no le gusten mis filmes, pero no voy a entrar en esa dinámica. Vuelvo a repetir, la violencia es únicamente uno de los Muchos aspectos que forman parte de la película.

Siempre se corre el riesgo de ser malentendido.

No sólo ocurre con mis películas. Con demasiada frecuencia se tiende a anular algún aspecto del filme para concentrarse únicamente en uno, ya sea el sexo, la política o la violencia. Creo, sin embargo, que las personas que tildan de fascista mi película es que no la han visto; porque me parece dificílmente creíble que alguien que haya visto cualquiera de mis dos películas opine así.

P. ¿Se considera un incomprendido?

R. Sí. Me molesta que la gente no me comprenda, porque eso me dificulta el terreno en el que trabajo. Aunque, por otra parte ya ha habido directores, como Sam Peckinpah o Roman Polanski, que han tenido que bre gar en un terreno similar.

P. ¿Cree que su cine se entiende mejor fuera de EE UU?

R. Depende. Creo que mis películas ofrecen distintas visiones y, ante ellas, cada cultura reacciona de una manera diferente. El cine es algo muy abierto. Por eso me gusta que mis filmes se estrenen simultáneamente en todo el mundo para ver la reacción del público, ya sea de Japón, EE UU o Europa. Esto es algo que quiero hacer con el estreno de Pulp fiction.

P. ¿Cree que Stone ha sido fiel a su guión?

R. Me siento violado. Tres escritores han cogido el guión que yo hice y han construido una historia totalmente nueva que no tiene nada que ver con la idea original que yo planteé. Yo comparo un guión con la relación que se puede tener con una mujer a la que se ama, Cuando yo escribo un guión me esfuerzo y llego a amarlo de verdad. Si además soy yo luego el que realizo la película, esa relación se convierte en un matrimonio y el amor dura eternamente. En cambio, aquellos que no he podido dirigir los comparo con antiguas novias: son relaciones por las que he tenido un gran amor y les deseo lo mejor, pero por una u otra causa esa relación no ha llegado a ser tan profunda. En el caso de Amor a quemarropa, que dirigió Tony Scott, me he sentido muy bien, porque Scott creo que trató a mi antigua novia mejor de lo que yo lo habría hecho. En cambio, en el caso de Oliver Stone me siento como si hubieran violado a una antigua novia. Hubiera preferido que Stone me robara el guión . y así mi nombre no hubiera aparecido en ningún sitio.

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