Los Reyes inauguran por primera vez el curso

El curso escolar, que comienza hoy en la mayoría de las comunidades autónomas, fue inaugurado ayer por primera vez por los Reyes en la localidad de Cifuentes (Guadalajara), donde visitaron un colegio de primaria y un instituto de secundaria, plenamente integrados en el nuevo sistema educativo de la LOGSE. Ambos centros no representan, sin embargo, el confuso panorama general caracterizado por la simultaneidad de la estructura de la ley de Educación de 1970 y la de la reforma, parte de la cual cada gobierno aplica anticipadamente a su aire.

De los 4.075.043 alumnos que componen la matrícula de la primera etapa del periodo de escolaridad obligatoria en toda España, en el año académico que ahora comienza, 2.385.401 estudiarán los cinco primeros cursos de la nueva educación primaria de la LOGSE y el resto, 1.669.642, los tres cursos de la EGB de la ley de Educación de 1970.Dentro de un par de semanas empezarán sus clases los 2.705.753 alumnos de la educación secundaria nueva; del antiguo bachillerato de tres años y COU; del moderno, bachillerato de dos años; de la vieja formación profesional posterior a la EGB; de la reformada FP subsiguiente al nuevo bachillerato (y, provisionalmente, al antiguo COU) y los que estudiarán con los "módulos profesionales" de un plan experimental que se inició hace varios años y que está a caballo entre la vieja y la nueva FP.

Las diversas administraciones educativas compatibilizan, cada una con un ritmo diferente, la implantación del calendario general de la LOGSE, que este año afecta exclusivamente a cinco de los seis cursos de la nueva educación primaria, con la anticipación de etapas superiores del nuevo sistema educativo.

La desigual implantación anticipada de la reforma, consensuada entre la Administración central y las siete comunidades autónomas con competencias plenas en materia de política educativa -Galicia, Cataluña, País Vasco, Canarias, Andalucía, Valencia y Navarra-, genera una gran confusión entre las familias de los alumnos que pueden verse obligados sorpresivamente a saltar de un sistema a otro.

La confusión se convierte en temor cuando los padres son advertidos, desde la peculiar visión de la reforma que pueda tener el profesor a quien consultan sobre el futuro escolar de su hijo, cuando éste está a punto de concluir una determinada etapa del viejo sistema.

Huyen de la LOGSE

El Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, que todavía no aplica la reforma, está observando una invasión de peticiones de matrícula por parte de alumnos a los que les correspondería empezar la Secundaria Obligatoria en el centro de su zona, para poder mantenerse en el tradicional BUP. "Muchos padres huyen de los centros de la reforma", comenta Ana Cepeda, profesora de literatura de dicho centro. "Están confusos", añade, "no saben muy bien -y muchos profesores tampoco- en qué consiste la ESO" [siglas de la nueva Educación Secundaria Obligatoria].Algunos docentes propagan la idea de que. la reforma supone una rebaja de conocimientos y de contenidos, que el nuevo bachillerato, de sólo dos años, es insuficiente para llegar con una buena preparación a la universidad, cuando no aconsejan descaradamente al alumno mediocre que tal vez lo mejor para él sea la secundaria de la reforma "porque es más lúdica".

En Cataluña, a finales del curso pasado padres y profesores se manifestaron contra el anuncio de que se iba a extender este curso la secudaria obligatoria anticipada a 56 centros de 43 poblaciones diferentes. El titular del departamento de Enseñanza de la Generalitat, Joan María Pujols, reconoció que la dispersión geográfica de los centros que han de aplicar la reforma anticipada intentaba evitar que ésta se convirtiera en la "tercera vía", saliendo, así, al paso de cierta tendencia a que los cursos del nuevo sistema, mientras éste no se generaliza, se conviertan en refugio de los alumnos mediocres.

El Ministerio suscribió a finales del curso pasado un acuerdo con los sindicatos mayoritarios en la enseñanza pública, CC OO y ANPE, para intentar paliar este desconcierto, comprometiéndose a informar a toda la comunidad educativa de los posibles cambios de un sistema al otro con un año de antelación.

No obstante, la Federación de Enseñanza de CC OO difundió ayer mismo un comunicado en el que expresaba su temor de que "la improvisación y la política de escaparate conviertan nuevamente en chapuza los procesos de reforma prevista, como ha ocurrido ya con la formación profesional, donde se ha decidido implantar 17 nuevas titulaciones sin las medidas previas de información y formación imprescindibles". Según CC OO, de esos 17 títulos, 10 continúan siendo desconocidos por la comunidad educativa.