Las empresas de EE UU de silicona indemnizarán con medio billón de pesetas a 90.000 mujeres
Es el mayor acuerdo alcanzado por responsabilidad de productos defectuosos en la historia de EE UU y una victoria para 90.000 mujeres en todo el mundo. Un juez de Alabama (EE UU) dictó el jueves un arreglo extrajudicial que obliga a ocho fabricantes de implantes mamarlos de silicona a indemnizar con 4.250 millones de dólares (más de medio billón de pesetas) a las mujeres que padecen enfermedades supuestamente causadas por este material. El acuerdo incluye además que el reparto se haga a lo largo de 30 años para atender a nuevos casos que vayan saliendo a la luz.
Se trata de un paso decisivo hacia el final de más de 15 años de pleitos individuales contra 60 empresas -entre ellas, algunas tan poderosas como Bristol Myers Squibb, Dow Corning, Baxter International y Union Carbide-.La decisión del juez Sam Pointer de Birmingham (Alabama) establece el marco para que un equipo de administrativos contratados por el tribunal decida si hay suficiente dinero o no en el fondo como para pagar todas las peticiones. Las opiniones más críticas no se han hecho esperar: creen que el fondo tendría que ser 50 veces mayor que el aprobado.
El acuerdo también ha levantado fuertes polémicas porque limita severamente los fondos destinados a mujeres que no sean norteamericanas. Según lo pactado, las víctimas de fuera de EE UU sólo recibirían entre un 40% y un 90% del dinero de sus compañeras norteamericanas. Además, quedan excluidas de este acuerdo las mujeres que viven en Australia y las provincias canadienses de Ontario y Quebec.
Protestas fuera de EE UU
Algunas mujeres extranjeras ya han censurado el acuerdo con dureza, diciendo que es "repugnante y despreciable". En el registro abierto en Alabama se han inscrito hasta ahora medio millar de mujeres de fuera de EE UU, entre ellas, alguna española, como reconoce la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Marcos Casado, abogado de esta asociación, duda que el acuerdo sea definitivo: "Aunque la cifra global es muy elevada, son tantas las mujeres que al final les toca seis millones a cada una; cuando yo, para estos casos, como abogado, pediría indemnizaciones de unos 15 millones. Otro punto débil del acuerdo es la práctica exclusión de las mujeres de fuera de Estados Unidos. Las empresas pueden temer una avalancha de litigios por otro lado y echarse atrás en. el acuerdo extrajudicial".
Aunque los fabricantes de los implantes de silicona no acaban de admitir su culpabilidad -tampoco hay consenso entre los científicos sobre la relación causa/efecto entre los implantes y el cáncer de pecho, el lupus y el escleroderma-, los grupos que han luchado para la justicia se muestran satisfechos. Sandra Fineston, de la Red Informativa para Mujeres con Implantes, dijo ayer que la sentencia de Pointer es "un alivio" para muchas mujeres y representa una "conclusión a la controversia y una señal de que las quejas de las mujeres se tratarán de una manera razonable".
Mínima regulación en España
En siliconas mamarias, España ha ido a remolque de lo decidido en EE UU. El 6 de enero de 1992, la Agencia para los Alimentos y las Medicinas (FDA) de EE UU suspendió su uso. Dos días después hizo lo mismo el Ministerio español de Sanidad.Ahora superada ya la prohibición, que duró todo 1992-, estos implantes están mínimamente regulados por un protocolo de la Dirección General de Farmacia, aprobado en noviembre de 1992. En él la paciente rellena un impreso y asume toda responsabilidad ante complicaciones nocivas. A pesar de ese protocolo de control y seguimiento, un portavoz de Sanidad reconocía ayer que no se tiene ni idea del número de implantes efectuados en 1993 y 1994. Como aproximación, se suele dar la cifra de que en España hay unas 200.000 personas que llevan una prótesis de silicona.
De las cinco siliconas autorizadas actualmente en España, sólo una procede de Estados Unidos -entre paréntesis figura la casa comercializadora-: La norteamericana Mentor Corporation (Sumsa), la irlandesa McGhan Limited (P. Q. Nova Medic), la japonesa Koken Limited (Eymasa), la británica Nagor Limited (Medical Service) y la francesa Perouse Implant (Izasa).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.