'Antártida', un viaje al alma de la droga
Manuel Huerga rueda con Ariadna Gil su primer largometraje
La antiheroína María (Ariadna Gil) es una heroinómana colgada de un adolescente marginado llamado Rafa (Carlos Fuentes) con quien trata de vender un enorme alijo de droga robado a un peligroso camello. El camello les persigue con sus ma tones por media España y aunque no llegan a entrar en Portugal es en Lisboa donde les encuentro terminando el rodaje de Antártida. Manuel Huerga, de 36 años, dirige su primera película y pretende acercarse con ella al mundo de la droga desde una perspectiva menos dramática que la habitual.
Con esta película Huerga se estrena como director de cine largo. Hasta ahora había destacado haciendo programas y documentales para televisión. Entre ellos, las ceremonias de inauguración y clausura de los XXV Juegos Olímpicos de Barcelona. Huerga dice: "Este es un paso muy importante para mí. No es una película sobre la droga. La droga es un pretexto para poner a los personajes en una situación límite. Habría sido una película cruda de haberla hecho alguien como Eloy de la Iglesia. Yo la he suavizado dándole un tratamiento mágico. No me interesa el realismo de ese viaje físico de los personajes, sino el viaje de sus almas. Su viaje interior".María tiene 25 años. Fue cantante de rock hasta hundirse en la droga. Es rebelde. Según anuncia la sinopsis del guión quiere llegar al fondo de las cosas. Y ahí se encuentra seguramente cuando se tropieza con Rafa, quien, a pesar de estar metido en drogas hasta las orejas, es un tipo positivo. Casi angelical, dice la sinopsis. Esta forma de ser ayudará mucho a María para conocerse a sí misma. "Pero en la película no nos ponemos a favor ni en contra de la droga", opina el director Huerga, "lo que queremos es reivindicar el derecho a que los drogadictos tengan sentimientos respetables y vivan a su modo una historia de amor".
Se trata de un guión con buenos y malos. Al final lógicamente ganan los buenos. "Los villanos son dos matones, el camello, los gánsteres y hasta la policía", añade Huerga: "En cierto modo hay un final feliz porque María y Rafa cambian sus vidas luego de pasarlas canutas".
Le he preguntado a Ariadna Gil cómo se ve a sí misma. "No sé cómo soy. Nunca me lo he preguntado. Creo que tengo sentido del humor. Me gusta mucho reírme. Soy alegre. En esta película hay cosas del personaje que entiendo menos. Pero no hay nada que me incomode. Me gusta interpretar el papel de María. Es un papel rico. Puede ser que algunos jóvenes se comporten como estos personajes de Antártida. La juventud está siempre huyendo un poco. Intenta vivir. Y la vida está difícil para ellos. Pueden llegar a sentirse perseguidos. Los afortunados que tenemos un trabajo no somos mayoría. La gente joven lo tiene hoy muy duro. Persiguen algo y no lo pueden conseguir".
En Antártida la historia de amor es atípica y necesariamente los jóvenes no se identificarán con ella, según Ariadna Gil, "porque se trata de una pareja de marginados y es difícil que otros se reconozcan en esa situación". Pero muchos momentos de ternura han conmovido a la actriz. "Si logramos que también conmuevan al público, la película funcionará".
Babelia
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