Los pescadores franceses del "Kresala" reconocen que fueron ellos los primeros en disparar
Los pescadores del bonitero, francés Kresala, con base en Hendaya, han admitido que fueron ellos los primeros en disparar contra el pesquero de Hondarribia Arrantzale. El incidente, en el que resultó levemente herido el mecánico del Kresala, tuvo lugar la noche del miércoles, cuando varios barcos españoles, trataron de evitar que el francés calara sus mallas de deriva en aguas del Golfo de Vizcaya. La cofradía de Hondarribia interpondrá una denuncia contra los tripulantes, d barco francés -y la de Hendaya hará lo propio contra los vascos- para exigir responsabilidades por el tiroteo
Inicialmente, el patrón del Kresala había acusado a los españoles de haber disparado en primer lugar. El bonitero francés presentaba muescas de perdigones en su puente de mando, así como el Arrantzale las exhibía junto a la cocina. Los pescadores españoles, sin embargo, mantienen que ellos no dispararon en ningún momento. Las autoridades españolas no encontraron arma alguna cuando revisaron el Arrantzale en puerto. Durante la correspondiente revisión del Kresala por las autoridades francesas, sus tripulantes admitieron haber sido los primeros en disparar.El Arrantzale, y los otros tres pesqueros de Hondarribia (Guipúzcoa) implicados en la escaramuza, volvieron ayer a los caladeros de bonito. El presidente de su cofradía, Esteban Olaizola, vaticinó que se producirían nuevos incidentes. "Son dos sistemas de pesca que no pueden convivir", dijo Olaizola.
La Comandancia de Marina de San Sebastián ha, solicitado una investigación judicial sobre el incidente. Un portavoz del ministerio francés de Asuntos Exteriores, Richard Duqué, señaló ayer: "Hemos convocado al encargado de negocios de España y hemos recibido del Gobierno español garantías de que se tomarán medidas para evitar que estos incidentes se repitan". La diplomacia francesa ha pedido a España que intente por todos los medios restablecer la calma.
Las cofradías vascas consiguieron ayer el apoyo de los pescadores del puerto francés de San Juan de Luz que continúan capturando bonito en el golfo de Vizcaya con artes tradicionales, semejantes a las empleadas por sus colegas de la cornisa cantábrica. Tras una reunión entre representantes de la cofradía francesa y la de Hondarribia, los atuneros de San Juan de Luz mostraron su rechazo a las redes de enmalle, a la deriva. "No es un problema entre países o entre pescadores", dijeron los portavoces de la cofradía guipuzcoana, "sino entre artes de pesca incompatibles".
Un acuerdo alcanzado entre el departamento de Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, las diputaciones y los ayuntamientos de los pueblos pesqueros permitirá dar salida a las cerca de 80 toneladas de pescado inmovilizadas en la empresa Infrisa por las presiones de las cofradías, que se han opuesto a su comercialización por tratarse de atún procedente de Irlanda. El pescado se transformará en el País Vasco y se destinará a países del Tercer Mundo, entre ellos Ruanda.
El Gobierno financiará la compra del bonito retenido y las diputaciones y ayuntamientos afrontarán el coste de la elaboración de las conservas. Fuentes de Infrisa, sociedad ubicada en Bermeo (Vizcaya) y participada al 100% por los fabricantes de conservas, indicaron ayer que están elaborando el presupuesto de la operación.. El pasado año las importaciones de atún fresco alcanzaron las 4.500 toneladas, más del 80% del pescado comprado por las conserveras del País Vasco.
La diputación permenente del Parlamento Vasco estudiará el próximo martes si la moción de apoyo al sector bonitero presentada por Eusko Alkartasun a y Herri Batasuna se debate en un pleno extraordinario.
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