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Alberdi acusa al Vaticano de crear una falsa polémica sobre la cuestión demográfica

El 93% del crecimiento de población tiene como escenario el Tercer Mundo

Invertir en la educación e independencia económica de la mujer es el más eficaz de los anticonceptivos y la receta por la que apuesta la ONU para frenar el crecimientode la población demográfica. Así lo subrayaron ayer en Madrid Jyoti Singh, coordinador de la conferencia de El Cairo y la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, al advertir que las denuncias del Vaticano y los gobiernos musulmanes conservadores amenazan con desviar la atención de un debate cuyo verdadero fondo no es la legalización del aborto sino la lucha contra la discriminación de la mujer.

Es en los países más pobres del mundo, en los que cada día mueren 35.000 niños por hambre, donde se encuentra el escenario del 93% del crecimiento demográfico que, al ritmo actual, habrá sumado a la población del planeta 1.200 millones más de personas en el año 2000. Con ello, para entonces la Tierra habrá alcanzado la cifra de 6.800 millones de habitantes que, de seguir al mismo ritmo, rondará para el año 2.050 entre los 10.000 y 12.500 millones.Ésta es la dura realidad de las cifras del Informe sobre el Estado de la Población Mundial de 1994 elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), que fue presentado ayer en Madrid por Jyoti Singh y Cristina Alberdi, quien encabezará la delegación oficial española ante este foro.

Frente al lobby dirigido por el Vaticano, que condena el freno de la natalidad como un subterfugio del "imperialismo" de los países ricos frente a los pobres, la FNUAP defiende que gran parte de la culpa de la hambruna que afecta a 1.000 millones de personas la tiene el crecimiento demográfico que, en los últimos 32 años, ha duplicado la población de los países con menos recursos hasta alcanzar los 4.400 millones.

"La ONU no defiende la legalización del aborto como medio anticonceptivo mundial, puesto que el consenso existente establece que cada Estado sea el que decida al respecto", subrayó ayer Singh. "Desviar el debate al aborto es crear confusión y desenfocar la verdadera esencia de las propuestas que se discutirán en El Cairo", recalcó por su parte Alberdi al apuntar que, en realidad, lo que el Vaticano pretende es "socavar el consenso que ya se logró en 1993, en la Conferencia sobre Derechos Humanos de Viena sobre los derechos de la mujer".

El caso de Zimbabue

La lección que la ONU ha sacado de su experiencia de cooperación en el Tercer Mundo es que "los programas de desarrollo tienen mayor eficacia cuando se realizan conjuntamente con acciones encaminadas a mejorar la condición de la mujer". Además, simplemente la mejora del acceso de la mujer a la educación ha dado importantes resultados en la política de freno de la natalidad en países como Zimbabue.

Sin embargo, muchos factores coinciden para que las mujeres formen las dos terceras partes de los 960 millones de analfabetos adultos del mundo, apunta la ONU.

La discriminación en el capítulo de acceso a la educación o las tradiciones que impiden a la mujer ser titular de propiedades o heredar contribuyen a aumentar su pobreza y la precariedad de su salud.

El resultado, dice el FNUAP, es que "cada minuto de cada día fallece una mujer debido a complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto". Casi ninguna de estas víctimas, unas 500.000 al año, pertenece a países de Europa, América del Norte o Japón. El 99% son mujeres del Tercer Mundo. Por cada mujer que pierde la vida, hay 10 que caen enfermas a raíz del embarazo y el parto. Contribuyen a aumentar los riesgos del alumbramiento las complicaciones que aportan las mutilaciones genitales que algunos países defienden como patrimonio cultural y que afectan hasta unos 114 millones de mujeres.

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