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Una fragata francesa pone "en gravísimo peligro" a un buque de la Xunta gallega

El buque de la Xunta de Galicia Serra de Santiago, que participa en el control de la, campaña del bonito junto con patrulleras de la Armada española, se disponía a medir las volantas de dos boniteros franceses cuando una fragata de ese país se interpuso en su trayecto y puso "en gravísimo riesgo" a la tripulación del barco gallego, según la versión de su capitán. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, solicitó ayer por carta al ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, que elevara una protesta formal ante el Gobierno francés por el incidente.

La fragata francesa, según la Xunta, llegó a situarse a sólo cinco metros del costado de babor del Serra de Santiago, haciendo movimientos para cortar su trayectoria por la proa, "en una maniobre inconcebible en el mar" que hizo pasar al barco gallego "momentos de verdadero apuro". El capitán del Serra de Santiago, Manuel Subiela, dijo que la intención de la patrullera "era avasallar sin notificación previa". El barco gallego tuvo que parar las máquinas "para evitar un posible abordaje". El Serra de Santiago notificó los hechos a la patrullera española Atalaya, que intentó disuadir a la francesa de su actitud agresiva. La contestación de esta última fue aconsejar que el buque gallego se limitara a su misión de vigilancia.El incidente provocó que el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, solicitara al ministerio de Asuntos Exteriores que presente una protesta formal ante el Gobierno francés, por lo que considera un "inadmisible comportamiento de las patrulleras galas, que someten a un seguimiento continuo al Serra de Santiago en vez de vigilar a sus propios pesqueros". Ese acoso, según la Xunta, culminó ayer por la mañana "con una maniobra por parte de la fragata que puso en gravísimo riesgo al buque gallego y a su tripulación".

La acción de la fragata permitió, según la Xunta, que los boniteros franceses levantaran sus volantas del agua. En su carta, Fraga solicita que, "ante la extrema agresividad de los buques de la Armada francesa y las continuadas infracciones de su flota", el Gobierno español solicite explicaciones sobre el objetivo de este acoso y que pida, una vez más, que las patrulleras francesas se dediquen a vigilar la legalidad de su flota, en vez de perseguir a los barcos españoles.

Entretanto, el buque Solo, el mayor barco de la organización ecologista Greenpeace, llegará hoy a La Coruña para realizar una escala técnica, antes de sumarse a la campaña contra el uso de redes de deriva por la flota comunitaria, informa Efe.

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