Una ambiciosa edición de la Quincena Musical se apropia de las calles de San Sebastián

Hasta el último momento, la amenaza de lluvia puso en peligro la celebración de los conciertos al aire libre que marcaron el miércoles el inicio de la Quincena Musical de San Sebastián. Pero al fin, las nubes respetaron la fiesta inaugural del festival de música clásica más importante del País Vasco, y en cinco puntos de la ciudad sonaron al mismo tiempo los primeros conciertos. La dirección de la Quincena aspira a primar en esta edición el espíritu lúdico de la música y extenderlo por toda la ciudad. "Hemos querido subrayar el carácter festivo de una programación en la que tienen su espacio todas las manifestaciones musicales y volcarlo en San Sebastián", dice su director, José Antonio Echenique.

La isla de Santa Clara marca el centro de la bahía de La Concha y el perfil característico de San Sebastián. Hasta allí acudió -en barco, por supuesto- más de un centenar de personas para escuchar, pasadas las 8 de la tarde, el concierto del quinteto de viento Pablo Sorozábal. En la plaza del Sauce, la banda de Deba consiguió llenar el aforo, y en los jardines del palacio de Miramar el público escucho al trío formado, por los flautistas Willy Freivogel y Alicia Suescún, y la pianista Inmaculada González interpretar música de Juan Sebastián Bach y Bela Bartok.La música coral se llevó el mayor éxito de los conciertos al aire libre: más de 600 personas aplaudieron a rabiar al coro cubano Exaudi. Simultáneamente, en la Basílica de Santa María, la Scola Gregoriana de la catedral de Brujas interpretó el primer concierto de música antigua. El mismo programa fue ejecutado por el organista José Manuel Azkue siguiendo esta vez los arreglos realizados por compositores contemporáneos.

La búsqueda de nuevos escenarios persigue introducir variedad en un festival que celebra este año su 55 aniversario. "Pretendemos no caer en la rutina y despertar el interés del público no especializado", explica Echenique. "Es de los pocos festivales de esta naturaleza que está plenamente asumido por los habitantes del lugar donde se celebra", añade el director.

Eje principal

La estructura del festival sigue, sin embargo, el esquema de las últimas ediciones, con el teatro Victoria Eugenia como eje principal. Sobre su escenario se representará Carmen de Bizet -la única ópera de la programación- con Denyce Graves en el papel protagonista y Daniel Gálvez-Vallejo encabezando a una serie de jóvenes cantantes españoles. También en este lugar actuarán el ballet flamenco de Joaquín Cortés y el Ballet de Euskadi, así como la Royal Liverpool Philarmonic Orchestra y la Orquesta Sinfónica de Tenerife, entre otros espectáculos. El resto de los conciertos se celebrarán en distintas iglesias, en el hotel María Cristina, en la sede de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, el museo de San Telmo y el Centro KoIdo Mitxelena.Cada ciclo tendrá su estrella. Dentro de la programación de música antigua destaca la presencia del grupo belga Huelgas Ensemble (días 27 y 28), una de las formaciones vocales más notables de Europa en la ejecución de la polifonía de la Edad Media y el Renacimiento, que en pocas ocasiones han actuado en España. Entre los intérpretes solistas estará el pianista alemán Christian Zacharias, que el día 29 de agosto dedicará un concierto monográfico a la obra del compositor Domenico Scarlatti. Esta actuación estará precedida por el estreno en España de la película Scarlatti en Sevilla, rodada en escenarios de la capital andaluza en la que el pianista explica la influencia de Sevilla sobre el músico napolitano que acabó convirtiéndose en uno de los grandes compositores españoles al convertirse en músico de la corte de Madrid.

Por ver primera en su historia la Quincena Musical ha organizado actividades fuera de San Sebastián. La música de Maurice Ravel sonará en Ciboure la localidad vascofrancesa donde nació, en un concierto interpretado por la soprano Agnes Mellon y la pianista Françoise Tillard (día 23).

A caballo entre su participación en los festivales de Salzburgo y Lucerna, John Eliot Gardiner viajará a San Sebastián los días 30 y 31 para dirigir a la Orchestre Révolutionnaire et Romantique y a los English Baroque Soloists junto al Monteverdi Choir. El Orfeón Donostiarra interpretará por vez primera en su ciudad la Segunda sinfonía de Gustav Mahler (días 26 y 27) junto a la Royal Liverpool Philarmonic Orchestra y Alexander Nevski con la Orquesta Sinfónica de Tenerife. La Quincena incluye una amplia participación de las agrupaciones musicales del País Vasco.

Más de la mitad de los 55 conciertos que constituyen el programa del festival son gratuitos. Entre ellos destaca uno dedicado al público infantil con un marcado caracter pedagógico. La Orquesta Sinfónica de Tenerife y la Sociedad Coral de Bilbao actuarán ante unos 3.000 niños en el velódromo de Anoeta.