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CUMBRE DEL SIDA.

El sida causará 10 millones de huérfanos en África

Las tradiciones y los comportamientos sexuales obstaculizan la prevención del mal

"La culpa fue del mal ojo sobre el niño, el primero en morir", dice la anciana María a la hermana Paola, una de las enfermeras religiosas del pequeño dispensario de Changombe, en Dar es Salam (Tanzania). "Aún cree que fue el disgusto por la pérdida del niño lo que mató después a Deborah, madre del crío e hija de María. Deboralh nos había traído al bebé con menos de seis meses. 'No sé que le pasa, hermana', decía. Pero no hacían falta análisis para ver que había nacido con sida; casi no tenía cuello ni manos, apenas se movía, la garganta llagada y su piel tan rara que parecía blanca. Deborah no sabía comprender el signo HIV que el médico había marcado en el cartón con que volvieron del hospital. Tras morir el niño, Deborah y María pensaron en el mudu -mal de ojo- de la esposa del hombre, padre del bebé, y María lo sigue pensando".De los 40 pacientes diarios, la hermana Paola calcula que cuatro padecen sida. "Muchas veces los enfermos de tuberculosis e incluso de malaria en realidad lo tienen", explica. Los males colaterales han adquirido una importancia mortífera tal en África que en países como Zimbabue la infección ha duplicado en tres años la mortalidad por tuberculosis. En Tanzania, un país agrícola al sur de Kenya, con 23 millones de habitantes, el sida causa el 26% de las muertes.

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Según datos de 1992, un 12,5% de la población tanzana padece sida. Ya hay unos 100.000 niños huérfanos por esta causa, lo que ha motivado la construcción de un orfanato para víctimas de sida en la localidad de alta incidencia de Bukoba. Pero en el año 2000 los niños a los que el Gobierno deberá cuidar por la muerte de los padres por sida pueden alcanzar el millón. En el resto de África, los huérfanos de sida superarán para entonces los 10 millones.

"La enfermedad avanza doblando el número de afectados cada año", dice Bernard Joinet, misionero francés con más de 30 años en Tanzania y profesor de psicología clínica en la Facultad de Medicina de Dar El Salam. No tiene duda de que Tanzania alcanza los niveles de contagio que han hecho siniestramente famosos países limítrofes como Uganda y Ruanda, donde las embarazadas seropositivas son el 27% y el 30%, respectivamente, frente al 17% de Tanzania. "En regiones como Kagera calculamos un 30% de población infectada, y ahora se multiplicará con los refugiados. Sin un cambio en el comportamiento, no podremos evitar la muerte en 10 años de entre 4,5 y seis millones de personas aquí", dice.

La mayor vulnerabilidad de las mujeres ante la enfermedad -cinco veces mayor que en los hombres en edades los 15 y 19 años-, ha llevado a la constitución de la Asociación de Mujeres contra el Sida, organización no gubérnamental especializada enprevención entre las prostitutas. "El hombre africano no puede vivir sin demostrar su virilidad", explica Justine Katunzi, divorciada y periodista. "Además de la esposa, ninguno se libra de tener otras mujeres; la cosa se agrava cuando él viaja o la esposa no ha tenido hijos varones; entonces él busca descendencia masculina donde sea, porque no tener hijos es matar la tribu, pues las hijas se marchan con la familia del marido".

Putas en los colegios

"Con la situación económica que padecemos es fácil comprender que los sugardaddies, los hombres acomodados de más de 35 años que quieren hacerse los importantes, logren sacar de los colegios, con regalos y promesas, a las colegialas, que así empiezan a prostituirse", añade Katunzi. La prostitución es una de las pocas salidas económicas para divorciadas o viudas. "Según nuestra tradición, la mujer no tiene derecho a heredar y, cuando queda viuda, los hombres de la familia del fallecido se llevan todo lo de la casa", dice Katunzi.

"La superstición es un grave obstáculo para la prevención, sobre todo porque es muy dificil explicar por qué en una pareja uno está afectado y el otro no", explica Joinet. "En Tanzania, el sida llegó a través de la frontera con Uganda; pero ¿qué hacer si la creencia eis que todo empezó con unos contrabandistas que pagaron con su vida no haber cumplido un trato?".

Joine colabora con AMREF, otra organización que atiende enfermos de sida. "Los seropositivos que vienen a nuestras reuniones usan en un 40% el condón, pero sólo en relaciones ocasionales, lo que es un grave rieso para la esposa; ni siquiera las prostitutas que lo usan con el cliente hacen que su novio se ponga lo que aquí se llama despectivamente calcetinito".

Joinet pone a punto un nuevo método educativo. "Lo que se creía riada se ha convertido en inundación; para no ahogarse sólo cabe subirse a un barco y no bajarse", explica ante la audiencia al pasar unos dibujos ilustraivos. La imagen de la inundación impresiona al público. En su exposición sólo hay tres barcos: la fidelidad, la abstinencia y, pese al discurso del Vaticano contra el condón, otro con el letrero Tecnología. Confía más en los dos primeros pero, por la realidad africana, añade el tercero con la recomendación sibilina: "Si no sois capaces de tomar el barco de la abstinencia y la fidelidad, al menos ¡sed prudentes!".

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