División entre los boniteros del Cantábrico sobre el desbloqueo de los puertos

La división entre la flota bonitera del Cantábrico quedó ayer patente tras la reunión de urgencia celebrada en Madrid con el mitras gallegos y asturianos, satisfechos con las garantías ofrecidas ayer por el Gobierno para hacer cumplir la normativa comunitaria a los franceses, desbloquearán a partir de esta mañana los puertos y saldrán a faenar a faenar, vascos y cántabros esperarán a someter hoy en asamblea esta medida. Atienza valoró positivamente la reunión con los pescadores y reafirmó el compromiso del Gobierno de seguir luchando por la erradicación de las redes a la deriva.

A las 10.00 de esta mañana, los buques asturianos y gallegos se harán de nuevo a la mar para reanudar la costera del bonito, cuya interrupción les estaba costando 300.000 pesetas diarias a cada una de las 380 embarcaciones amarradas. Unas 6.000 familias han estado sin percibir ingresos por el amarre de los barcos. A esa misma hora, se celebrarán asambleas en cada uno de los puertos del norte hasta ayer bloqueados -Hondarribia, Pasaia, Bermeo, Bilbao, Santander y Gijón- para que vascos y cántabros decidan si continúan adelante con la protesta o vuelven a la mar. Ayer, 69 buques de transporte de mercancías y pasajeros sufrían por este bloqueo."No se pueden pedir peras al olmo", señalaba al término de la reunión de ayer uno de los miembros de una cofradía gallega. "Nosotros estamos satisfechos con las garantías que nos ha dado el ministro y volvemos a faenar porque no nos podemos permitir más pérdidas", añadió. Luis Atienza, que calificó de "muy positiva" la reunión, reiteró ante los representantes pesqueros el firme compromiso del Gobierno de seguir defendiendo ante Bruselas la erradicación de las redes de enmalle a la deriva.

Asimismo, garantizó que Madrid será "muy firme" en exigir el estricto cumplimiento de la normativa comunitaria, que en la actualidad limita a 2,5 kilómetros la longitud de las redes para la pesca del bonito y sólo permite que se lleve una volanta a bordo. Las volantas no reglamentarias, que llegan a medir 15 kilómetros, tienen un efecto devastador en el fondo marino y reducen considerable mente las capturas de la flota española, que utiliza artes de pesca tradicionales (anzuelo).

El pacto alcanzado recientemente entre España y Francia, tras los enfrentamientos en alta mar entre sus respectivas flotas boniteras, supone un reforzamiento en el número y. el poder de control de los inspectores comunitarios y obliga a los pesqueros franceses a llevar a bordo una sola red reglamentaria. Tanto la Administración central como las autonómicas se han comprometido a reforzar el control sanitario y de tamaño de importaciones de pescado procedente de Francia.