El primer avión español con ayuda sanitaria a Ruanda sale de Getafe y llegará mañana a Goma

Partieron rumbo a la tragedia con alegría. Será difícil que cuando lleguen mañana a Goma (Zaire), donde miles de refugiados mueren cada día, puedan seguir riendo y bromeando como ayer, justo antes de salir le Madrid. Pero sí que se sentirán felices por salvar vidas. Seis miembros de Médicos del Mundo y dos misioneros de Cáritas salieron ayer a las 21.30 desde la base aérea de Getafe (Madrid) a bordo de un avión CASA CN-235-M, que transporta el primer envío del Gobierno español a los refutados ruandeses: 2.500 kilos de medicinas, mantas, tiendas y alimentos.

"Adelante, suerte, y que sirva para algo, que seguro que va a servir", despedía en voz alta el famoso actor Manuel Gallardo a su mujer, María Poveda, una de las enfermeras de Médicos del Mundo que viajan a Ruanda, mientras ésta le decía adiós desde el avión. Gallardo dijo que sentía "envidia, emoción y orgullo" al ver partir a su mujer. María, como el resto de los expedicionarios, se mostraba alegre por poder acudir a salvar vidas.Como jefe de la misión viaja un experto de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), el médico Juan Bartolomé. Él será quien coordine la acción de los dos médicos, dos enfermeras y dos logistas de Médicos del Mundo y de los dos misioneros de Cáritas que le acompañan, En Goma serán recibidos por Camilo Tomé, de Médicos del Mundo, que salió un día antes.Todos ellos forman una avanzadilla que se encargará de facilitar envíos posteriores, tanto de personas como de material, de mayor envergadura.

Jesús del Olmo, portavoz del Ministerio de Defensa, insistió en que los envíos deben prepararse con rigor. "En otras ocasiones nos hemos encontrado con alimentos que se pudrían almacenados sin poder ser distribuidos. Tenemos que ofrecer la seguridad de que la ayuda humanitaria llegue a su destino", señaló Del Olmo. Por eso, más que en el cargamento en sí, prefería insistir en la importancia de tener destacadas en Goma a personas que posibiliten una ayuda eficaz.La próxima semana se enviará un avión Hércules con unos 15.000 kilos de material de primera necesidad, según indicó Javier Casas, portavoz de la AECI, organismo que acordó ayer realizar envíos cada diez días aproximadamente, con la ayuda que proporcionen las organizaciones no gubernamentales (ONG).

El avión que partió ayer transporta unos 1.000 kilos de medicinas, entre las que fue posible incluir a última hora Furasolidone, un antibiótico que ataca a la cepa de cólera que se ha desarrollado entre los refugiados ruandeses. Además de las medicinas y los equipos de primeros auxilios se transportan también 1.000 mantas, tiendas de campana y pequeñas cantidades de alimentos y agua, proporcionadas tanto por la AECI como por las ONG.

Pilar Estébanez, presidente de Médicos del Mundo en España, agradeció a la sociedad española la respuesta que está ofreciendo a las peticiones de ayuda, pero insistió en que lo deseable sería "no esperar a ver las imágenes de la muerte" para mostrarse solidarios.

El avión español llegará a Goma (Zaire) mañana a mediodía, si se cumplen las previsiones, pues antes tiene que hacer escalas en San Javier (Murcia), Taminarraset (Argelia), Yaundé (Camerún) y Kisangani (Zaire). El Casa CN-235-M es un bimotor de unos 20 metros de largo que no requiere más de 376 metros de pista, no necesariamente pavimentada, para aterrizar.

Gran actividad en Morón

Mientras tanto, en tan sólo tres días, la base militar' de utilización conjunta hispano-norteamericana de Morón de la Frontera, en Sevilla, está pasando de la casi inactividad aérea al frenesí, informa Raúl Limon. Desde que el lunes a las 20.05 aterrizara el primer avión Galaxy C-5 con más de 100.000 kilos de material, 325.personas se han instalado en la base aérea para que, desde hoy, según las previsiones, se establezca un flujo continuo de alimentos y medicinas a través de este aeropuerto sevillano convertido en pieza clave de la operación estadounidense de ayuda humanitaria a Ruanda Quiet Resolve (Tranquila Determinación).

La dotación de personal norteamericano en la base, a unos 65 kilómetros de la capital sevillana, se ha multiplicado por 10. A los 30 militares encargados de mantener las instalaciones operativas para cualquier caso de emergencia se les han unido en los dos últimos días un contingente especial de mecánicos, tripulaciones de reemplazo, policías de seguridad, intendencia y logística,