El escritor catalán Pere Calders, autor de 'Antaviana', muere a los 81 años
El escritor catalán Pere Calders, autor de numerosos relatos, entre ellos Antaviana, que triunfó en su versión teatral, falleció en la noche del jueves en Barcelona, a los 81 años, víctima de un cáncer. Pere Calders ha sido traducido a numerosas lenguas, entre ellas el castellano. En editorial Anagrama publicó una antología de cuentos (La ruleta rusa) y la novela Ronda naval bajo la niebla. En 1984 fue finalista del Nacional de Literatura.
Considerado un maestro de la narrativa breve en lengua catalana y de los relatos del absurdo cotidiano, Calders publicó sus primeros libros, caracterizados por abundantes dosis de humor y de ironía, en los años treinta. Después de la guerra civil, en la que participó en el bando republicano, Calders continuó su actividad literaria en el exilio de México y, a partir de su regreso a Cataluña, en 1963, en Barcelona. El éxito y la popularidad no le llegaron a Calders hasta finales de los setenta, gracias al montaje teatral, Antaviana, basado en cuentos suyos, que realizó la compañía Dagoll Dagom.Escritores, políticos, editores y amigos manifestaron ayer su admiración por la obra de Pere Calders, del que destacaron su ironía, su sentido del humor, su imaginación, y la calidad de su prosa, que supo conectar con el público. El editor Jorge Herralde, de Anagrama, explicó: "Cuando proyectaba la colección Narrativas Hispánicas, una de mis intenciones, además de publicar autores españoles, era dar a conocer a los autores más significativos o exportables de la literatura catalana. Uno de los primeros fue Pere Calders. Me gusta su obra por su ingenio, su subversión de lo cotidiano, su cruzada contra la solemnidad, contra el tópico, su ironía...".El poeta Joan Brossa comentó: "Calders era una especie de Borges mediterráneo. Hemos perdido a un escritor de cuentos y narraciones cortas imaginativo y ocurrente, pero sobre todo a una bellísima persona, cordial y sencilla. Su muerte deja un vacío enorme".
Modelo de escritores
Otro autor, Sergi Pàmies, apuntó: "Calders ejerció dos géneros muy difíciles, dadas las modas y los dogmas literarios de la época que le tocó vivir. Esto, a la larga, se ha evidenciado que conecta con el público, como demuestran no sólo sus cuentos, sino la existencia de autores que también escriben cuentos, como Quim Monzó. Pese a todo, aunque no hubiese tenido ese éxito, sus cuentos son un modelo que debe tener en cuenta todo aquel que quiera escribir".Joan Lluís Bozzo, director de la compañía Dagoll Dagom, que llevó al teatro los cuentos de Calders, manifestó: "Para nuestro grupo, Calders representaba una imagen paterna. No es que queramos apuntarnos ese tanto, pero cuando en 1977 preparábamos Antaviana, era realmente dificil. encontrar sus obras en las librerías".
El consejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Joan Guitart, comentó: "Con la muerte de Pere Calders hemos perdido uno de los escritores más reconocidos de nuestro país. Su obra ha merecido la admiración de los lectores y de la crítica, y también el reconocimiento público de los ciudadanos. Como he podido comprobar personalmente, era una persona muy cordial y entrañable. Pere Calders supo mantenerse fiel a Cataluña y a su lengua en los momentos difíciles, como en el exilio. Su patriotismo le ha acompañado siempre a lo largo de su vida".
Cálders, que en 1986 recibió el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, fue finalista del Nacional de Literatura en 1984, por detrás de Mazurca para dos muertos, de Camilo José Cela.
Aunque los críticos detectaron en Calders influencias de Kafka, Pirandello y Bontempelli, él prefería llamarlo coincidencias. A su muerte, Calders deja inacabadas sus anunciadas memorias, que pensaba titular con humor Les meves amnèsies (Mis amnesias).
Babelia
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