El séptimo impacto del 'cometazo' fue 25 veces más fuerte que el primero
El impacto del séptimo fragmento (G) del cometa Shoemaker-Levy contra Júpiter se produjo ayer por la mañana y fue 25 veces mayor que el del primer pedazo (A), que chocó el pasado sábado por la noche. La energía de la colisión de G, a las 9.30 hora peninsular española, fue equivalente a 250 millones de megatones de dinamita, según las primeras estimaciones.Hasta ahora, el séptimo trozo es el más grande que se ha estrellado contra el planeta gigante y su impacto fue tan brillante que casi saturó los detectores del telescopio Keck (de diez metros), en el observatorio de Mauna Kea de Hawai. El brillo, declararon los astrónomos, casi igualó al de todo el planeta en condiciones normales.
Los impactos de los fragmentos A y C fueron similares, pero el segundo fue mucho menor, posiblemente porque el trozo B estaba desmenuzado antes del choque. Las explosiones de A, C y E provocaron enormes chorros gaseosos al entrar en Júpiter, dejando tres marcas oscuras del tamaño de la Tierra en el planeta gigante. Los astrónomos no saben aún si serán permanentes.
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