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Entrevista:

"El ciudadano más odiado en Cuba es el español"

Antonio Caño

Jorge Mas Canosa, de 54 años, aunque sentado en el despacho desde el que dirige una de las cinco empresas de su propiedad, dedica la mayor parte del día a prepararse para ser el próximo presidente de Cuba. Si mañana se convocasen elecciones libres en ese país, Mas Canosa sería uno de los candidatos con más posibilidades. Pero es más seguro aún que sin el poder económico que este hombre y la comunidad a la que representa y ha reunido en 30 años de exilio no se podrá reconstruir una Cuba próspera en el futuro. Sin embargo, su carácter impulsivo y autoritario le ha traicionado muchas veces. Fuera del núcleo del exilio de Miami, donde es un líder indiscutible, Jorge Mas Canosa y su organización -que tiene una gran influencia en la política de EE UU sobre Cuba- tienen fama de retrógrados ultraderechistas que se niegan a cualquier solución negociada con Fidel Castro."¿Intransigentes? Nosotros somos gente civilizada, contrariamente a lo que se ha podido presentar, porque Fidel maneja muy bien la propaganda. Lo que yo no puedo hacer son cosas que puedan crear falsas esperanzas. Fidel Castro me ha pedido a través de dos o tres presidentes que nos entrevistemos fuera de Cuba, pero yo no me voy a entrevistar con él. Yo no necesito reunirme con Castro para que respete los derechos humanos y libere a los presos políticos. Cada vez que se reúne con alguien, lo único que hace es desprestigiarlo y tomarle el pelo. Reunirme yo con Castro es crear una expectativa ilusoria al pueblo cubano, porque estoy convencido de que jamás va a aceptar una iniciativa que ponga en riesgo su poder. A mí me gustaría llegar a España y decir cosas como que todos los protagonistas del drama cubano deben sentarse en una mesa con Fidel Castro para buscar una solución. Pero eso no funciona, y yo no puedo engañar al pueblo cubano".

Pregunta. ¿Pero ha intentado usted alguna, solución negociada?

Respuesta. Cuando yo me reuní con Felipe González, le pedí que intercediera. Felipe me dijo que él estaba dispuesto a ofrecerle [a Castro] España para que se fuera a vivir allí. Me dijo que necesitaba estar seguro de que el Gobierno de EE UU estaría de acuerdo con eso. Yo conseguí que George Bush le escribiera y le confirmara que estaba de acuerdo, y se hizo la gestión. Nosotros hemos estado en disposición siempre de buscarle una puerta ancha a Castro, siempre hemos estado dispuestos a hacer un compromiso de no perseguirle, de no quitarle su gran fortuna personal, de que se pueda ir adonde le dé la gana, etcétera. Nosotros vamos a seguir por un camino de racionalidad. Pero estamos en presencia de un loco, de un señor que cuando se fue a Cartagena se llevó en el avión la cama, la almohada, el agua, la comida y hasta el hielo. El problema es que la gente que está relacionada con este problema de Cuba no conoce a Fidel Castro.

P .¿Puede todavía España hacer algo para ayudar en el problema cubano?

R. España tiene que empezar por admitir que hay un segmento importante de la población cubana en el exterior. Yo sé que en España hablar de Miami es como hablar de un estercolero. Pero la verdad es que nosotros le damos más a España de lo que le da Cuba. En Cuba, España y el contribuyente español lo único que hacen es tirarle dinero a un sistema injusto, inhumano, que no tiene ninguna viabilidad. El exilio cubano compra más productos españoles, le da más beneficios al pueblo de España que Fidel Castro. Existe una imagen completamente equivocada de los cubanos del exilio. Nosotros hemos creado 64.000 pequeñas empresas. No hay grupo hispano de mayor éxito e influencia política en el mundo que nosotros. Nadie ha hecho eso. Nada más que los judíos y nosotros. Eso no lo hace un grupo de terroristas y de locos. ¿Que somos apasionados? Sí, es verdad, pero, ¿qué español no es apasionado?

P. ¿Qué le parece el asesoramiento que Carlos Solchaga está ofreciendo al Gobierno cubano?

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R. Solchaga tiene que darse consejos él mismo. ¡Si es una mierda la economía en España! Con un paro de proporciones incalculables y el 80% de los negocios en bancarrota, ¡qué cojones va a aconsejar Solchaga a Fidel! Darle ayuda a Fidel Castro, ayudar a sostener una economía de la que no se beneficia el pueblo es un acto de colaboración injustificable. Hoy en día el ciudadano más odiado en Cuba es el español, porque ha contribuido a crear una política de apartheid económico. A los cubanos no les está permitido entrar a los grandes hoteles que hacen los españoles. Los españoles se han cogido las mejores playas, en las que no pueden nadar los cubanos; los mejores restaurantes, en los que no pueden comer los cubanos. El día que Castro caiga, el pueblo va a asaltar esos hoteles.

P. Hay quien teme que, cuando Castro caiga, lo que va a ocurrir es que los norteamericanos se van a volver a apoderar de Cuba.

R. Eso es mierda. ¡Si no se han podido adueñar de Miami! Si nosotros los hemos echado de aquí, ¿cómo se van a adueñar de nuestro propio país? Los americanos no tienen que ser los dueños de Cuba. Nosotros tenemos el dinero, la capacidad y el conocimiento. Yo soy partidario también de darle al cubano de la isla una participación importante. Hay que pasar de un país de proletarios a un país de propietarios. Y nosotros tenemos las fórmulas más simples para conseguirlo. Al día siguiente de que caiga Fidel Castro nosotros convertiremos a cuatro millones de cubanos en propietarios. A cada persona le daremos la propiedad de la casa. donde vive ahora. Los antiguos propietarios no tendrán derecho a reclamar las casas. Igual haremos con los operadores de barberías, zapaterías, pequeñas granjas de pollos, todo lo que, ahora es del Gobierno.

P. ¿Qué es lo que usted le puede ofrecer a los cubanos?

R. El cubano lo que quiere es libertad. El cubano lo que quiere es ponerse un traje como el que tengo yo, manejar un automóvil, comer, viajar al exterior; y eso es a lo que yo espero poder contribuir. Yo voy a luchar con todo lo que tengo, primero para asegurarme de que hay democracia, y la manera más fácil de asegurarse es disolver el Ejército. Cuba no necesita Ejército. Yo le aseguro que el milagro alemán se va a quedar pequeño comparado con el milagro cubano. En cinco o diez años nosotros convertiremos a Cuba en uno de los países más prósperos del hemisferio occidental, compitiendo con EE UU y Canadá.

P. ¿Cuál es, según usted, la forma de salir del bloqueo actual de la situación política en Cuba?

R. La única manera de salir de este atolladero es establecer una alianza estratégica con los sectores que están alrededor de Castro, con los cuales nosotros llevamos mucho tiempo conversando. Todavía no hemos conseguido nada porque, además, presumirnos que la mayor parte de ellos vienen mandados por el propio Castro, pero sí hemos podido detectar una preocupación de carácter patriótico entre algunos de ellos. Existe una toma de conciencia en el sentido de que somos una nación dividida por un solo hombre que se llama Fi del Castro. Los que están alrededor de Castro están conscientes de que si se elimina a Castro se resuelve el problema. ¿Cómo se elimina a Castro? Yo soy partidario, y se lo he dicho a ellos, de que, cuando Castro salga del país para la próxima reunión, no lo dejen regresar a Cuba. Hay mil maneras de eliminar a Castro sin derramamiento de sangre.

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