Infraestructuras, desempleo y 'autopistas' de la información
No parece el temario de una cumbre, sino de unas oposiciones. Pero las horas útiles de reunión del Consejo Europeo son muy pocas: exactamente cinco, repartidas entre la tarde de ayer y la mañana de hoy. Hay que añadir los debates informales en los almuerzos y cenas. Una parte muy importante de los temas llegan así totalmente cocinados y sólo queda recibir la bendición de los jefes de Estado y de Gobierno y su inclusión en la declaración final.Uno de los puntos que recibirá mayor énfasis será la lucha contra el desempleo, a la que el presidente de la Comisión, Jacques Delors, quiso dedicar su intervención y su proverbial pasión oratoria.
Desde que empezó la crisis los Doce vienen reprochándose a sí mismos que no ofrecen al ciudadano una imagen de preocupación por el crecimiento del paro. De ahí que esta vez, como en las dos cumbres anteriores, el invitado de honor sea el combate contra el desempleo.
La realidad es que, aparte de las palabras de Delors, poco más se espera. El Libro Blanco está en marcha y ha producido dos hijos que ya empiezan a ser famosos: el informe sobre las autopistas de la información, que sugiere una mayor prisa en la liberalización de las telecomunicaciones, y la lista de prioridades en Grandes Redes Transeuropeas (11 de transporte y 8 de energía), que incluye la autopista Valladolid-Lisboa y las líneas de alta velocidad Madrid-Irún y Madrid-Perpiñán. Ambas cuestiones debían recibir ayer el marchamo de máxima garantía europea, que es su aprobación por parte del Consejo.
El agujero en la financiación de las Grandes Redes no fue colmado. No habrá por el momento bonos de la Unión o garantías de la Comisión para cubrir todos los tramos de financiación.
Los Doce discutieron también las Grandes Orientaciones de Política Económica.
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