Último aviso de la ONU a Corea del Norte para que acepte una investigación nuclear
AGENCIAS, El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió en la noche del lunes (madrugada de ayer en España) una última advertencia a Corea del Norte para que permita la inspección de sus instalaciones nucleares. El texto, adoptado por unanimidad a pesar de que China es el único valedor que le queda al régimen monolítico de Kim II Sung, deja entrever que de no permitir que los inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) realicen su trabajo sin trabas, el Consejo de Seguridad adoptará sanciones económicas contra Pyongyang.
La tensión en la península coreana sigue en aumento. El presidente norteamericano, Bill Clinton, en una conversación telefónica con su homólogo surcoreano, Kim Young Sam, afirmó que la crisis nuclear ha alcanzado "una fase muy peligrosa". Ambos coincidieron en la necesidad de trabajar más estrechamente para lograr que el Norte acepte una inspección nuclear completa.
El Gobierno surcoreano puso en estado de máxima alerta sus tropas y su policía, a quienes pidió que permanezcan atentos a cualquier movimiento de tropas en el Norte. Seúl teme que un mayor acorralamiento del régimen de Kim II Sung pueda llevar a éste a una acción militar suicida contra el Sur. La ausencia de Kim Young Sam, que inicia hoy una visita oficial a Rusia de siete días de duración, puede ser considerado un momento propicio para tratar de desestabilizar Corea del Sur.
Petición de sanciones
Si Corea del Norte no cumple con las exigencias del texto de la ONU, la OIEA remitirá al Consejo de Seguridad un informe oficial en el que indicará que no puede garantizar que Pyongyang ha cumplido las ordenanzas del Tratado de No Proliferación nuclear, que firmó. Tras este informe se espera que diversos miembros del Consejo pidan la imposición de sanciones económicas y que China no las bloquee.
Esta es la tercera resolución no vinculante que emite el Consejo de Seguridad sobre el problema nuclear norcoreano en lo que va de año. En ella se pide a Pyongyang que interrumpa el proceso de recambio de combustible del reactor de cinco megawatios de Yongbyon. Ese proceso destruye las eventuales evidencias de que Pyongyang extrajo combustible de esa central nuclear cuando la cerró secretamente en 1989.
Los servicios de espionaje norteamericanos consideran que entonces Corea del Norte extrajo plutonio suficiente para fabricar dos bombas atómicas.
"Corea del Norte debe hacer frente a la cruda realidad de que está invitando a la totalidad de la comunidad internacional a una confrontación", afirmó ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano.
Pyongyang, a través de su embajador adjunto ante NacionesUnidas, Kim Su Man, rechazó de inmediato la resolución del Consejo de Seguridad, que calificó de una nueva acción de Estados Unidos para "ahogar" a su país.
La OIEA aseguró el viernes pasado que el momento para la inspección es crucial, ya que en cuestión de días Corea del Norte podía borrar cualquier evidencia sobre la manipulación del combustible en los años pasados.
Estados Unidos, que interrumpió en julio pasado las conversaciones que mantenía con el régimen norcoreano, ofreció la semana pasada la reanudación de éstas a lo largo de este mes siempre y cuando Corea del Norte cumpliera las ordenanzas de la OIEA.
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