Todos callaron

"Manuela no habla". Manuela Mena , subdirectora del Prado y miembro del patronato en representación del cuerpo facultativo de conservadores de museos, no fue la única persona que se quedó muda ante los periodistas tras conocer el nombre, de José María Luzón. "No, no", decía sin detenerse Alfonso Pérez Sánchez, director honorario. Una hora después de la salida de la reunión del patronato y durante la inauguración de la exposición de esculturas de los Leoni, Pérez Sánchez, que había celebrado a la entrada del museo con un "muy bien" la posibilidad del nombre de Manuela Mena decía una cita bíblica: . ''Por sus obras los conoceréis"."He hablado poco y he pensado mucho", reconocía la ministra Carmen Alborch ante el proceso de designación del director. Afirmó que Luzón había sido la primera y única persona que le había ofrecido el cargo. Con ello rompía todas las quinielas de los últimos días, en donde figuraron hasta el final Manuela Mena, que fuentes oficiales aseguran no recibió la propuesta, y Tomás Llorens, que según otras fuentes confundió sus deseos personales con la realidad. Luzón sólo tuvo una hora para decidir y aceptó el cargo a las 16.15 de ayer, según la ministra, el tiempo justo para poder llevar un nombre y cortar la crisis.

El nombre del director se buscó entre las personas que habían pasado por cargos del Ministerio de Cultura. Con la perplejidad del final de los 200 días de Calvo Serraller, todavía presente en el ánimo de la ministra, se desechó la figura del intelectual metido en la Administración por el conocedor de los organigramas, sobre todo en un momento en que Cultura dirige gran parte de las actuaciones del museo a través de la nueva dirección general de Servicios.

Sorpresa

En la reunión del pleno del patronato, con 18 asistencias, sólo se registró el comentario de José Antonio Fernández Ordóñez, presidente del mismo, Rodrigo Uría, Gonzalo Anes, Manuel Gómez de Pablos y Felipe Garín, director anterior a Calvo Serraller y actual coordinador del Instituto de Conservación. Según fuentes de los asistentes, el nombre del candidato fue una rotunda sorpresa y los elogios que recibió se mezclaron con el ánimo de que ese momento fuese "esperanzador".

El cambio provocado por la marcha de Calvo Serraller fue comentado en privado por uno de los patronos con un sentimiento: "Antes tenía 20 ideas y ahora tengo dos".

Ninguno de los miembros del patronato y del consejo científico han dimitido. En cambio sí ha presentado la dimisión el único cargo realizado por Calvo Serraller, el de Ana Martínez de Aguilar, como consejera de la ministra de Cultura en la dirección del Prado.