Hacienda investiga al Saudesbank al sospechar que manejó cientos de millones en dinero negro
El Banco Saudí Español (Saudesbank), constituido en 1979 con capital español y capital saudí, se ha convertido en objeto de especial atención para Hacienda. La Agencia Tributaria dispone de documentación que supuestamente prueba que a través del banco se canalizaron depósitos de dinero negro. Hacienda se ha interesado también por inversiones de miles de millones de pesetas en deuda pública realizadas a través la entidad y del Grupo Athos, este último relacionado con diversos escándalos financieros en Barcelona (caso- Bertrán de Caralt). El Saudesbank ya fue expedientado por el Banco de España en el año 1991 por haber contraído excesivos riesgos con un solo grupo, el cántabro Intra.
La entidad, que cuenta entre sus accionistas españoles con Banesto, el Instituto Nacional de Industria (INI) y el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), tiene previsto aprobar su disolución definitiva este mismo mes.
La prolija documentación que obra en poder de la Agencia Tributaria recoge, según consta en documentos oficiales fechados el 21 de marzo y el 19 de abril de este mismo año, operaciones de depósitos de cientos de millones de pesetas con el apunte "B" realizado a mano; abonos en cuentas del grupo Athos; fotocopias de facturas; recibís de reintegros de depósitos más intereses y otras operaciones con sociedades constituidas bajo la fórmula jurídica de comunidad debienes. De los documentos puede desprenderse la existencia de una importante bolsa de dinero negro canalizada a través de la entidad, según sospecha Hacienda. La mayor parte de la documentación recoge operaciones realizadas entre los años 1988 y 1990.
Algunos de los teóricos titulares de cuentas B han negado cualquier vinculación con depósitos de dinero negro. En Marbella, dos titulares de cuentas localizados por este periódico (R. A. C., arquitecto y F. F. B., médico) niegan que hayan tenido depósitos por el importe que detalla la documentación remitida a la Agencia Tributaria. Uno de ellos, R. A. C. rechaza rotundamente haber tenido una cuenta de 314 millones de pesetas, en contra de lo que figura en los documentos que maneja Hacienda. F. F. B. -con cerca de cinco millones en cuenta, según la documentación-, afirma que no sólo no cobró intereses por esa cuantía, sino que pagaba "porque lo que yo tenía", comenta, "no era un depósito, sino un préstamo de cinco millones de pesetas".
La cuantía de la supuesta bolsa de dinero negro canalizada a través del Saudesbank y también del grupo Athos -declarado en quiebra el pasado año-, está por determinar. En Barcelona existe un procedimiento judicial abierto contra los responsables del grupo de intermediación financiera Athos por denuncias de varios empleados en el que se alude a reclamaciones de clientes por importe superior a los 5.000 millones de pesetas. En Madrid, el sindicato UGT ha denunciado públicamente la presunta canalización a través del Saudesbank de 30.000 millones en dinero negro. En la documentación que obra en poder de este periódico, sólo la suma de las operaciones de deuda pública realizadas en nombre de tres sociedades (Ayora, Huete e Iniesta) por Athos y canalizadas a través de cuentas Saudesbank superan los 2.500 millones entre 1989 y 1990.
Un portavoz de Banesto, el principal accionista del banco árabe-español (300/6), explica que, dadas las fechas de las operaciones (1988-1990), "está claro que la responsabilidad de lo que haya podido suceder, si es que ha sucedido algo, no corresponde a esta entidad". La misma fuente asegura que la inspección de Hacienda sobre los cinco últimos ejercicios del Saudesbank está cerrada "y sólo se ha efectuado una regularización por importe de 10 millones de pesetas". Otras fuentes aseguran, por el contrario, que la investigación de Hacienda sobre la entidad sigue abierta y en estrecho contacto con las investigaciones judiciales que se llevan a cabo en Barcelona. El Ministerio de Economía no ha confirmado ni desmentido ninguna de las dos versiones.
El consejero delegado del Saudesbank en la época en la que supuestamente se realizaron las polémicas operaciones era Carlos Alberola, que abandonó el banco después de que estallara el caso Intra. La investigación demostró que la entidad de capital árabe-español había concentrado riesgos con el grupo empresarial cántabro por importe superior a los 7.000 millones de pesetas sin garantías suficientes.
Con la Corporación Financiera Intra, el banco llegó a tener un riesgo superior a los 7.000 millones de pesetas. El caso se saldó con la destitución fulminante del consejero delegado, Carlos Alberola, yerno del que fue presidente del Banco Hispano, Claudio Boada. Alberola, sobre el que recayó la responsabilidad de lo sucedia con Intra, acusó públicamente a todo el consejo de estar al tanto de las irregularidades.
La Agencia Tributaría, según consta en la documentación que obra en poder de EL PAÍS, ha investigado distintas operaciones relacionadas con el Saudesbank y Athos desde al menos 1991. Fruto de la investigación es un cruce de correspondencia en agosto de 1993 entre la Subdirección General de Inspección Territorial de Madrid y la alta dirección del Saudesbank en el que se pregunta a la entidad por el destino de 13 cheques, por un importe superior a 250 millones de pesetas, "para invertir por mediación de Athos".
La dirección del banco reconoce que, pese a que se realizó el ingreso, "no ha podido ser localizada la orden en tal sentido". Tampoco se encontró en los archivos de la entidad orden alguna en relación a 397 millones de pesetas ingresados por mandato del grupo Athos en la cuenta abierta en el Banco de España por la Caja de Ahorros de Salamanca "para comprar deuda del Estado por orden de la comunidad de bienes Júcar".
Júcar, Besós, Guadalhorce, Extremadura, Formentera, Volga, Turmiel y Támesis son algunos de los nombres elegidos para bautizar las comunidades de bienes que adquirían deuda pública a través de Athos y Saudesbank. ¿Qué son las comunidades de bienes? José Antonio Minuesa, presidente de Athos Merchant (una de las ocho sociedades que componían el holding), se lo explicó en una carta (28 de marzo de 1989) al responsable de mercados de capitales de Saudesbank, Luis López: "Las comunidades de bienes son entidades que carecen de personalidad jurídica propia. Es por ello que la legislación prevé para ellas un sistema de tributación especial denominado Atribución de rendimientos. Así pues, cuando su actividad consiste en la mera tenencia de activos financieros, están fuera de obligaciones de contabilidad y fiscales, estando exentas de IVA e Impuesto de Transmisiones Patrimoniales". Un experto de la Administración concluye: "Son un refugio perfecto, jurídicamente, casi inatacables".
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