Tres clínicas de implante de pelo valencianas carecen de permiso sanitario
Los centros dedicados al implante de cabello sintético Belo Capeli, Suver y Centro Español de Dermatología (Cederma) disponen de quirófano, realizan tratamiento con láser y prescriben medicamentos sin disponer de permiso alguno de las autoridades sanitarias valencianas.
Una resolución de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana fechada el 8 de octubre de 1993 instaba a los tres centros a que se registraran como clínicas sanitarias en un plazo máximo de dos meses. Los tres centros se exponen, por tanto, a ser sancionados.
Los tres funcionan como institutos de belleza. En opinión de Sanidad y, tras haber realizado dos inspecciones, en febrero de 1991 y en noviembre de 1992, esta situación es inadmisible, ya. que "se realizan. operaciones y tratamientos propios de una clínica que deben ser supervisados por especialistas y con el visto bueno de la Administración", declara el jefe del área territorial de Salud pública y Consumo, Sergio Carrasco.
Es un malentendido
Un portavoz de las tres empresas, Miguel Zorío, justifica la situación de los centros como el producto de un simple malentendido. "La legislación valenciana no es clara al respecto y no menciona en ningún momento si los centros capilares deben ser o no considerados clínicas sanitarias", dice Zorío, que ha anunciado un cambio de estrategia descartando la batalla judicial, a la que habían aludido en un principio. "Acataremos la resolución de Sanidad", dijo ayer.En el Registro Mercantil y en el epígrafe en el que se describe el objeto social de cada una de las sociedades, sólo en el caso de Belo Capeli se hace mención al implante de cabello. En los otros dos, únicamente se refieren actividades de peluquería, masaje, sauna y otras actividades propias de un instituto de estética.
"Tras descubrirse que los tres centros poseen un quirófano en el que se realizan pequeñas operaciones, que se recetan, además de productos estéticos, medicamentos y que a los pacientes se les somete a sesiones de rayos láser, creemos que se traspasan los límites de un instituto de belleza", comenta Sergio Carrasco.
El mes pasado, el Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia condenó por estafa a los dueños de la clínica Belo Capeli, que deberán indemnizar a Francisco Javier M. con 737.440 pesetas. En los hechos probados quedó demostrado que un médico general se encargó de implantar 800 pelos artificiales a Francisco Javier y no un equipo de especialistas dermatólogos, como prometió en un principio el centro.
Otro afectado declaró que se le habían recetado hormonas femeninas. Según el jefe del servicio de dermatología del Hospital General de Valencia, Adolfo Aliaga, "este medicamento está completamente contraindicado en el varón".
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