La OTAN da un "sí" de principio a la petición de atacar a los serbios
El Consejo Atlántico decidió ayer responder afirmativamente a la petición de ataques aéreos contra las fuerzas serbias que violen las zonas protegidas por las Naciones Unidas en Bosnia. La demanda fue realizada por el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, en una carta dirigida a su homólogo de la OTAN, Manfred Wörner. Los embajadores de los 16 países aliados encargaron a las autoridades militares la preparación de los planes para proteger desde el aire los enclaves de Tuzla, Srebrenica, Bihac y Zepa y para desalojar a los serbios de Gorazde.El Consejo Atlántico pudo repetir ayer su decisión del 9 de febrero, sin necesidad de nuevas consultas ni planes,. pero la evolución de los acontecimientos en Bosnia -con aparentes gestos positivos por parte serbia- y los contactos con Moscú aconsejaron a los aliados una acción en dos movimientos: dieron el sí a Butros-Gali, pero un sí meramente teórico que no se convertirá en decisión firme hasta una nueva reunión que se celebraría en torno al fin de semana.
El segundo movimiento prevé que, durante las próximas horas, la Alianza intente obtener el acuerdo de Moscú para los bombardeos o la retirada serbia de Gorazde y un nuevo principio de negociación como efecto de la presión de los rusos. Se da la circunstancia de que hoy mismo debía producirse la firma en Bruselas del acuerdo de Asociación para la Paz entre la OTAN y la Federación Rusa, pero los bombardeos de la Alianza en Gorazde la pasada semana, irritaron al Kremlin hasta el punto de aplazar la firma.
Los 16 embajadores acordaron volver a reunirse en dos o tres días para autorizar definitivamente una acción muy similar a la emprendida en Sarajevo el pasado febrero, consistente en una amenaza acompañada de un plazo para la retirada de las armas pesadas.
El Consejo Atlántico adoptó el perfil más bajo posible en su respuesta afirmativa a Butros-Gali. Los embajadores no emitieron comunicado alguno ni hubo conferencia de prensa final del secretario general.
Campo de acción
Los planes que prepara la Alianza implican, bajo amenaza de ataques aéreos, la retirada de todo el armamento pesado en un radio de 20 kilómetros de las zonas protegidas. La nueva decisión significa responder a cualquier violación del alto el fuego dentro de las seis zonas (Sarajevo incluido), por lo que amplía el actual campo de acción de la aviación aliada, que hasta ahora sólo podía actuar en las zonas protegidas -a excepción de Sarajevo- en defensa de la Unprofor, en lo que se ha denominado apoyo aéreo de proximidad.
Los aliados consideran que no hace falta ninguna nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aunque es imprescindible la autorización de Borís Yeltsin.
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