El viento y las cigüenas hacen caer un pináculo de la catedral de León

El fuerte viento y el peso de un nido de cigüeñas provocó, a última hora de tarde del pasado domingo, que un pináculo gótico del siglo XIII de la catedral de León, de unos dos metros de altura y alrededor de 300 kilos de peso, se desplomara sobre el tejado de la nave sur, concretamente sobre la capilla que une la sacristía con la catedral propiamente dicha, ocasionando un boquete de más de un metro de diámetro en la cubierta. A pesar de lo aparatoso del suceso, el pináculo no llegó a traspasar la bóveda sobre la que cayó, por lo que no produjo daños en el interior del edificio.

La caída del pináculo, ocasionada por el fuerte viento reinante y el peso de un nido de cigüeñas con varias crías, fue descubierta a primera hora de la mañana de ayer por personal de la escuela taller municipal de León, que realiza trabajos de mejora en el templo gótico. En estos momentos anidan en los pináculos de la catedral más de un centenar de cigüeñas. El pasado año existían en la catedral de León nada más y nada menos que 23 nidos de cigüeñas. Testigos presenciales han asegurado que la caída del pináculo el domingo produjo un gran estruendo en los alrededores y el vuelo de decenas de cigüeñas que huían asustadas del ruido. En los siete últimos años se han desplomado otros tres pináculos, siempre por el mal estado de la piedra y la presencia de nidos. Para la Junta de Castilla y León este hecho "muestra la fragilidad del templo y la atención que hay que tener con él".

Desde 1990 han sido constantes los desprendimientos de piezas del tejado y de los más de 100 pináculos que adornan la catedral, según el padre Máximo Gómez, responsable del templo leonés.

Muchos de los pináculos se han ido rehabilitando y recomponiendo desde 1850, dentro de la gran obra de restauración de la catedral. El deterioro del templo por el denominado mal de la piedra ha sido el origen de numerosas intervenciones técnicas, con desigual acierto.

Lo cierto es que existen documentos del siglo XV donde ya se hacía alusión a esta enfermedad que padecen algunas catedrales de España. En mayo de 1966, una chispa derivada de la precaria instalación eléctrica acabó con la techumbre de la catedral.

La consejería de Cultura del Ejecutivo regional se comprometió ayer a reponer de inmediato el pináculo caído, que ha sufrido algunos desperfectos, y los daños producidos en la techumbre. Varios técnicos de la Junta visitaron ayer el templo para evaluar las consecuencias del suceso.

300 millones para mejoras

Un Plan Director de la catedral, elaborado por el Gobierno regional, invertirá cinco millones de pesetas durante 1994. La Junta ha destinado en los últimos diez años unos 300 millones de pesetas en arreglos de mejora, concretamente para la torre sur, varias portadas, claustros, cubiertas y el reforzamiento de los contrafuertes. En la actualidad, han concluido diversas obras en la sacristía y se prevén trabajos de mejora en la torre norte, por un importe de 70 millones de pesetas; una intervención parada hace siete años, según Gómez. La Administración central no ha realizado ninguna aportación económica en los 12 últimos años, según aseguran las mismas fuentes.

Expertos del cabildo catedralicio estiman que el templo leonés se encuentra bien estructuralmente, aunque el mal de la piedra avanza más de prisa que las intervenciones técnicas practicadas. Su construcción se remonta al año 1184, cuando se iniciaron las primeras obras sobre la cimentación románica.

La máxima preocupación en estos momentos para aquellas instituciones involucradas en la conservación del centro es el mantenimiento de 1.800 metros cuadrados de vidrieras policromadas, el mejor conjunto en su estilo de Europa, según los expertos, y que la polución y el paso del tiempo amenazan con hacer su deterioro irreversible.

La escuela taller municipal de León ha realizado importantísimas obras de mejora en la catedral desde 1991 y ha promovido la campaña pública Salvemos la catedral, donde en dos años se han recaudado con aportaciones anónimas y de instituciones públicas un total de 42 millones de pesetas.

La escuela taller sacó de los tejados 22 toneladas de excrementos y materia vegetal depositadas en los últimos siglos y otras 160 toneladas de restos de piedras y tejas. Además, ha ejecutado los emplomados de la nave sur y el retejado de las capillas de la girola (parte posterior de la catedral).