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El tanatorio abre la primera escuela de tratamiento de cadáveres

Antonio Jiménez Barca

La primera escuela española de tanatopraxia, la ciencia que se ocupa de adecentar los cadáveres, se abrió ayer en el tanatorio sur de Madrid. La Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid, en colaboración con la Universidad Complutense, promueve un curso que, en principio, recibirán 25 empleados de la funeraria municipal.

Los nombres de algunas de las asignaturas son estremecedores: concepto de la muerte, conservación cadavérica, livideces, rigidez... Pero precisamente este aspecto, el de lo siniestro o lo morboso, es lo que tanto los profesores como los alumnos quieren desterrar.

"Se trata de aplicar la ciencia a algo tan humano como el presentar dignamente un cadáver a sus familiares", dice Maite García, responsable de formación de la empresa funeraria. Una de las alumnas, María Luisa Lagándara, de 29 años, está de acuerdo: "No me da ningún reparo asistir a este curso porque se ocupa, precisamente, de hacer que el cadáver parezca menos atacado por la muerte". El curso, que empieza el lunes, cuenta con 175 horas lectivas impartidas por profesores de medicina de la Complutense. Los promotores esperan que en la segunda promoción participen empleados de funerarias de toda España.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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