Dos biosferanos, sospechosos de sabotear el gigantesco invernadero

Dos de los miembros de la tripulación que permaneció encerrada durante dos años en el gigantesco invernadero Biosfera 2 son los principales sospechosos de un intento de sabotaje que se produjo el pasado lunes en este complejo, situado en el desierto de Arizona. Según la policía, los saboteadores rompieron desde fuera los sellos de la puerta de entrada que garantizaban el aislamiento del interior. El desacuerdo entre los promotores del proyecto parece estar en la base del vandálico acto.

"Las instalaciones fueron contaminadas por aire procedente del exterior", señaló una portavoz de la policía, que inculpa dos antiguos biosferanos, Abigail Alling y Mark van Thillo, como presuntos autores del sabotaje. Alling no obstante negó ayer que hubiera saboteado el proyecto abriendo puertas y ventanas, y alegó que la experiencia había terminado al enrarecerse el aire que supuestamente se regeneraba en la instalación.Biosfera 2, denominado también la probeta más grande del mundo, es la sede de una serie de experimentos para conseguir la autosuficiencia con vistas a la vida en otros planetas, como Marte. En las instalaciones, valoradas en 150 millones de dólares (21.000 millones de pesetas), se encuentra desde el mes pasado una segunda tripulación para una estancia de 10 meses.

El portavoz del polémico complejo, convertido en atracción turística, señaló que los daños han sido mínimos. "El proyecto continúa, y la tripulación se encuentra bien".

Recuperar el control

El sabotaje se produjo pocos días después de que el mecenas del proyecto, el multimillonario tejano Edward Bass, recuperara el control y echara, apoyado por la policía, a los principales responsables de la compañía Space Biosphere Ventures, que lo dirigía. Alling y Van Thillo son seguidores del guru medioambiental John Allen, inspirador del proyecto, y de Margaret Augustine, presidenta de la empresa, fundada en los años setenta por Bass, Allen y Augustine. Alling, de 34 años, estadounidense, fue capitana adjunta de la tripulación que se encerró en Biosfera 2 en septiembre de 1991 y emergió dos años más tarde, entre acusaciones de fraude científico. Van Thillo, de 33 años, es belga y se encargó de los sistemas eléctricos durante el experimento. Durante el encierro en el que ellos participaron, hasta septiembre de 1993, hubo que inyectar aire fresco.