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Interés público, interés privado

Silvio Berlusconi anunció anoche, en una entrevista por televisión, que estaba dispuesto a vender parte de su enorme imperio industrial y financiero para evitar conflicto de intereses en el caso de convertirse en jefe del Gobierno italiano. "Si alguien quiere comprarlos [los negocios], no tengo nada en contra", aseguró. "Parece una respuesta fácil pero podría convertirse en realidad si aumenta la posibilidad" [de convertirse en primer ministro], añadió.

Esta declaración, sin embargo, ha sido acogida con un cierto escepticismo en Roma, ya que Berlusconi tuvo siempre a gala crear nuevas empresas sin vender las anteriores. La amplitud de sus intereses económicos es tal, sin embargo, que difícilmente habrá temas en los que se evite el conflicto entre intereses públicos y privados si se convierte en jefe de Gobierno.

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"Si hay conflicto, me abstendré de intervenir en las decisiones". Esta era la única fórmula que el propietario de Fininvest había lanzado hasta ayer, durante su debate televisivo con con el líder de la izquierda, Achille Occhetto. "Podría también ceder algunas actividades", añadió. "Fininvest ya ha hecho algo así tras mi entrada en política".

Pocas horas después, el grupo Fininvest, que Berlusconi ha dejado en manos de Fedele Confalonieri, su fidelísimo colaborador y amigo, puntualizaba que ceder no quiere decir enajenar, sino sacar a Bolsa. Del concepto berlusconiano de cesión, existen pruebas firmes: cuando un sector básico para él como el de la construcción le ha resultado incómodo, porque empezaba a llenarse de jueces en busca de comisiones ilegales, Berlusconi lo ha cedido a su hermano, Paolo. Este ha cogido también el diario Il Giornale, que no podía tener directamente, por exigencias de la ley sobre la concentración de medios. Las televisiones afectadas por las mismas limitaciones, como Telepiú 2, cadena deportiva distribuida por cable, y Telepiú 3, de películas y espectáculos, se las cedió a Ludwig Kirch, su socio en la televisión alemana.

Los negocios de Berlusconi que todavía pertenecen a Fininvest se centran en los medios de comunicación, con Retequattro, Telecinque y Telepiú, tres de las cuatro cadenas nacionales privadas de televisión; el grupo Mondadori, primero editorial italiano, que edita Panorama, el semanario más vendido en Italia, Epoca y muchas revistas populares de enorme tirada.

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Pero abarcan intereses considerablemente más amplios, en campos como la publicidad, la producción y distribución de cine y vídeo -como Penta Films, Silvio Berlusconi Communications-, salas de cine, supermercados y grandes almacenes -como Standa-, el sector inmobiliario, los seguros, la intermediación financiera y los aparcamientos urbanos, además de intereses menos precisos en televisones y en radios locales.

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