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Todo listo para los 'oscars' de las sorpresas

Las 'improvisaciones' de las estrellas y presentadores centran el interés de la ceremonia

"Éste es el único hombre a quien le permitiría atarme y desatarme, y al mismo tiempo hacerme bailar el mambo", dirá aproximadamente Whoopi Goldberg en la madrugadel martes, cuando, en la ceremonia de entrega de los oscar que retransmitirá para España en directo Canal + y la Cadena SER, invite a subir al escenario a nuestro Antonio Banderas. Antonio -"otro nombre impronunciable", comenta Whoopi, olvidandoque el suyo no es precisamente un camino de rosas- sonreirá al subir la escalera que lleva al escenario, para dar paso a Bruce Springsteen, quien interpretará su tema Streets of Philadelphia, de la película Philadelphia, nominada para el Oscar.

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La frase que Goldberg dedicará a Banderas se la puede contar esta cronista, porque, como integrante del equipo de Canal + -que, con la RAI, es la única televisión que retransmite en directo la ceremonia, con mamá ABC, que monopoliza la señal-, he podido asistir a los ensayos del acto, un espectáculo tan apasionante, o más, que el propio show que representa a la meca del cine en todo su esplendor. Para empezar, lo más sorprendente es que el patio de butacas del Dorothy Chandler Pavillion no es más grande que un cine de la Gran Vía madrileña. Lo que sí resulta inmenso, hermoso y profundo es el backstage, el escenario y lo que hay detrás: un verdadero entramado de trabajo y profesionalidad, de sudor y esfuerzo y perfección, tan admirable como los equipos que hacen las películas, y puesto una vez al servicio de quienes dan la cara.La lengua larga de Whoopi, temida en Hollywood, se despachó bastante a gusto, sobre todo durante el primer ensayo -cuando se enfrentaba por primera vez al texto del telepronter-, a sabiendas de que el lunes tendrá que andarse con tiento si quiere conservar su récord de actriz mejor pagada de Hollywood. Ante un enrevesado y bastante cursi párrafo que hablaba de los vendedores de palomitas de maíz, Whoopi se quejó: "¿Quién demonios ha escrito esto?". Y añadió: "Háganme la puñeta ahora, pero el lunes veremos quién tiene el poder". Cuando atacó algo relacionado con las sagas de Hollywood -para introducir a Jeff Bridges-, leyó que "antes ha habido precedentes gloriosos, como los Barrymore, los Reagan... ¡Augh! [gritó de pronto, desagradablemente sorprendida, y ya sin leer]. ¿Los Reagan?". Ante el apuro de algunos organizadores, bromeó: "Dejen que me desahogue, porque el lunes no podré hacerlo".

Todo hace prever que Whoopi no introducirá en el texto esta morcilla, aunque posiblemente sí repetirá lo que ayer dijo: "Y ahora, les presento a un hombre que puede pasar de ser un caballero a convertirse en un monstruo amante de las comidas rápidas, exactamente como mi primer marido". Lo hará al presentar al pulido mayordomo Steven de Lo que queda del día, que también fue el asesino caníbal Hannibal Lecter: Anthony Hopkins, encargado de entregar el Oscar a la mejor película extranjera, tal vez a Belle époque.

Por cierto, que Fernando Trueba tiene reservado asiento en el pasillo lateral derecho, mirando desde el escenario, detrás de su rival Paul Turner, artífice de la película galesa Hedd Wynn. En las primeras filas está previsto que se sienten, como de costumbre, la crema y la nata, sobre todo en la más avanzada de todas, en donde estarán Tom Cruise y Paul Newman. Tom, primero, entregará a Paul el premio Jean Hersholt, por su labor humanitaria, es decir, por el color del dinero que ha dado para obras benéficas.

Definitivamente, será Keith Carradine quien cantará A wink and a smile, el tema de Algo para recordar, nominado para el Oscar. Dolly Parton -no se lo pierdan- interpretará, por fin, The day I fall in love, previsiblemente con los sanbernardos de Beethoven 2 tratando de respirar entre sus legendarios y sureños pechos. Y Janet Jackson, la buena de la familia, cantará Again.

Pero no quiero desvelarles más entresijos. Sepan que Shirley MacLaine tendrá un momento ingenioso y estelar junto a Nicholas Cage, y que el elenco de presentadores es tan impresionante como el de los candidatos, y mucho más numeroso. Por señalar: Tom Hanks, Goldie Hawn -que actuará en un número musical-, Macauly Culkin -ese niño que está a punto de ver hundida su carrera por culpa del pelmazo de su padre-, Jeff Bridges, Marisa Tomei, Joan Chen -El último emperador, El cielo y la tierra-, Liam Neeson -Oskar Schindler himself-, Glenn Close -que entrega el premio por el trabajo de toda una vida a nuestra vecina de Marbella Deborah Kerr-, Richard Dreyfuss, Andie MacDowell, Gene Hackman, Laura Dern, Johnny Depp, Alec Baldwin, Sharon Stone -ironía soterrada: entregará el Oscar al mejor vestuario, ella, que se hizo famosa por no llevar-, Sam Neill -Parque Jurásico-, Kirk Douglas, Geena Davis, Whitney Houston, Jeremy Irons -que se sentará junto a la también británica y muy nominada Emma Thompson-, Donald Sutherland y Al Pacino, más un etcétera largo como para romper la mano.

Todos estarán en el Dorothy Center Pavillion para no defraudar al público ni a los profesionales que han hecho posible la ceremonia y que hasta hoy luchaban en busca de la perfección.

El sueño de un pobre loco

Coincidiendo con un terremoto que estremeció -5,3 en la escala de Richter- las mesas preparadas para el brunch ofrecido por el equipo de Belle époque, se supo que el perseguidor oficial de Fernando Trueba, un tal Vieco, había sido detenido. Todo empezó cuando hace meses el hombre se presentó en la oficina de Trueba en Cuenca con curiosos guiones escritos a mano ilegibles y sujetos con hilo de lana. En una ocasión exigió acuse de recibo y una secretaria se lo dió. Y con eso se ha presentado en Hollywood a vivir la película de su vida. Amenazas, pintadas en los cines donde se proyecta Belle époque y en la misma puerta de la Academia han hecho que la policía de Los Ángeles se ponga en acción. La acusación de plagio del tal Vieco es insostenible, como ha reconocido la Academia al examinar el infumable guión que el propio Trueba ha aportado.A Vieco se le prohibió acercarse a menos de 200 metros de Trueba -que tiene enamorada a la crítica norteamericana: ayer el crítico de Los Angeles Times daba vencedora a Belle époque-, y la ocasión para detenerle se produjo el sábado, cuando Trueba iba a dar una conferencia y el perseguidor quiso entrar con una cámara. Vieco será deportado a España el día 23. Su madre ha advertido a las autoridades que tengan cuidado con su hijo porque "está un poco loco".

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