Se acaba el tiempo
Todos los plazos fijados por el Parlamento Europeo (PE) o por la Comisión para culminar las negociaciones de adhesión han quedado desbordados y superados por los acontecimientos. A pesar de ello, la presidencia griega del Consejo y la propia Comisión aseguran que todavía es posible llegar a tiempo si el Consejo de Ministros del próximo martes obtiene un acuerdo sobre la minoría de bloqueo. Si todo va bien, el 4 o el 5 de mayo serían votados por el plenario los borradores definitivos.Una vez ratificados por el PE, los tratados de adhesión tienen todavía un largo camino que recorrer hasta conseguir que sea realidad la adhesión, teóricamente el 1 de enero de 1995. Los ciudadanos de los cuatro países deben refrendar os tratados, en consultas populares que se celebrarán entre junio y noviembre, y los parlamentos de todos los países miembros, los Doce y los cuatro, deben también aprobarlos.
La carrera de obstáculos es tan compleja y depende de tantas variantes que se hace difícil imaginar un recorrido perfecto. Para postre, cada percance puede dar lugar a una nueva crisis europea, a la desmoralización de la opinión pública y, lo que es peor, a la readaptación de todos los aspectos de los tratados pensados para cuatro socios para uno, dos o tres.
Alguna de las aristas más dificiles de los acuerdos obtenidos en las largas noches de negociación pueden afilarse mucho más durante la ratificación. Por ejemplo, si España no obtuviera una traducción inmediata del compromiso sobre el régimen pesquero común, las Cortes podrían posponer o condicionar la aprobación de los tratados.
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