Arantxa Mendizábal: "En política, la mujer tampoco escapa al doble horario

"La doble jornada es sin duda el mayor problema al que deben hacer frente las mujeres que trabajan tanto si es en el campo de la política, el universitario o la fábrica", explica Arantxa Mendizábal, que en la nueva legislatura se ha estrenado como miembro del Congreso de los d1putados por el PSOE. Catedrática de Economía aplicada, casada y madre de dos hijos de 18 y 13 años, Arantxa se enfrenta a su segunda ronda de congresista ya que, anteriormente, ocupó un escaño como representante de Euskadiko Eskerra.Mujeres que sirven en el Congreso en partidos de distinta tendencia, la admiran por ser el tipo de mujer que alterna la actividad profesional sin sacrificar el hogar, aunque sea a distancia. "Vuelves el jueves o el viernes a tu ciudad y tienes que planificar la compra y dejar preparada la comida para toda la semana antes de volver a incorporarte a los plenos en Madrid, los lunes", explica. Estas dificultades, que suelen preocupar poco sus compañeros varones, no han disminuido su combatividad en temas poco favorables a la escalada política como son la defensa de los derechos humanos o de la causa del pueblo saharaui.

Ella asegura con humildad que este tipo de debilidades está más ligado a la trayectoria y cultura ideológica que a la pertenencia a uno u otro sexo. Sin embargo, admite que "indudablemente, la mujer tiene una manera distinta de hacer política quizás debido a su tendencia a dar menor importancia a la competividad"."Por eso creo firmemente que la democracia paritaria puede lograr importante cambios para nuestra sociedad", añade. "Vamos a luchar por este tema", explica por teléfono mientras prepara a toda prisa prepara la maleta para viajar desde Bilbao, donde reside, a Madrid para asistir a una reunión política para consolidar la ofensiva.

"En el Congreso de diputados hay hombres sexistas como ocurre en todos los ámbitos profesionales", dice al asegurar que ella ha tenido suerte, en este sentido, tanto en su experiencia en la Universidad como en el Congreso. "Afortunadamente, en el campo político hay un mayor esfuerzo por guardar las formas que en la empresa privada", dice. "Son demonios que se desatan cuando una menos se lo espera; la derecha es desde luego más sexista de la izquierda pero, como son cuestiones que responden más a los sentimientos que a la ideología, la izquierda que racionalmente condena estas actitudes tampoco escapa a sus trampas añade al subrayar que "sólo el tiempo podrá lograr la erradicación del sexismo".

"Ni en EE ni en el PSOE, en circunstancias muy diferentes, el sexismo ha mermado mis actuaciones políticas", dice. "El verdadero problema de las mujeres, a la hora de intervenir en actividades políticas sociales y profesionales sigue siendo el del doble horario en el despacho y en casa; por mucha comprensión y apoyo de nuestros compañeros o maridos, sigue siendo un lastre al que no hay forma de escapar".