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ADIÓS A UNA MUJER MEDITERRÁNEA

Melina Mercuri, mito del cine y la cultura europeos, fallece en Nueva York a los 68 años

La actriz y política griega Melina Mercuri falleció ayer en Nueva York, a causa de un fallo cardiaco derivado de un cáncer de pulmón. Tenía 68 años. Destacada actriz -consiguió el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes en 1960 por el filme Nunca en domingo- y reconocida activista política -fue ministra de Cultura en diversas legislaturas, y en el momento de su muerte desempeñaba este cargo-, estaba considerada como una luchadora por las libertades democráticas y una figura clave de la cultura mediterránea. Melina Mercuri será enterrada el próximo jueves en Atenas.

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Amalia Melina Mercuri murió ayer domingo en el hospital Memorial de Nueva York, donde había sido intervenida de un cáncer de pulmón el pasado 23 de febrero. El pasado sábado, el estado de la actriz y política griega era desesperado, a causa de una neumonía y de una infección en los pulmones. Permaneció un día en estado de coma con respiración artificial, hasta que un fallo cardíaco le produjo la muerte. Su es oso, el cineasta Jules Dassin, y su hermano Spiros estaban a la cabecera de su cama. Melina Mercuri tenía 68 años. Melina Mercuri nació en Atenas el 18 de octubre de 1925, en el seno de una familia aristocrática. Hija y nieta de políticos -su padre llegó a ser alcalde de Atenas y ministro-, su vocación política transcurrió paralela a la artística. Sin respaldo familiar, cursó estudios de arte dramático en el Teatro Nacional e interpretó El luto le sienta bien a Elektra, de O'Neill; Un tranvía llamado deseo, de Tenesse Williams, y Espectros, de lbsen. A los 17 años, contrajo matrimonio con el millonario griego Pan Characopos.

En 1952 se trasladó a París y en 1957 realizó su primera colaboración con Jules Dassin, que después sería su marido, en El que debe morir. Su relación con Dassin traspasó lo artístico y personal, y alcanzó lo económico cuando ambos crearon la sociedad Melina Films, de la que surgieron películas como Fedra y Topkapi, en 1964.

También trabajó en La gitana y el caballero, de Losey (1957); La ley de Dassin (1958); Nunca en domingo, de Dassin (1960), con el que consiguió el premio a a mejor actriz en el festival de Cannes; Juicio final, de Vitorio e Sica (1962) y Los pianos mecánicos, de Bardem (1964), entretros filmes.

Su actividad política comenzó militando muy joven en el Movimiento Socialista Panhelénico PASOK). En 1967 abandonó Grecia tras el golpe de Estado de los coroneles del 21 de abril. La suspensión de los derechos constitucionales en su país y la presencia de los tanques en las calles, obligaron a Melina Mercuri a emprender un exilio que duró hasta 1974. Su postura le costó la ciudadanía griega, la confiscación de sus propiedades y tres intentos de asesinato.

Tras su regreso a Grecia, se presentó a las elecciones de 1977 y obtuvo un escaño. De 1981 a 1985 ocupó el cargo de ministra de Cultura y Ciencias en el gobierno de Papandreu, y en 1985 fue nombrada ministra de Cultura, Juventud y Deportes. Tras su fracaso como candidata a la alcaldía de Atenas en 1990, en 1993 fue nombrada de nuevo ministra de Cultura, cargo desde el que continuó su lucha para lograr la devolución a Grecia de los mármoles del Partenón, símbolo del helenismo, que se encuentran en el museo británico de Londres. "Nunca abandono una batalla hasta la victoria final", declaró entonces.

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