Una colección de trámite

Foto Arco 94-Recorridos fotográficos es una muestra que, con un total de 78 tomas, resume los trabajos de 28 autores que desde 1988 hasta la fecha han ido formando el álbum fotográfico de esta feria internacional del arte. Con la perspectiva que dan los años, estos materiales toman carta de naturaleza propia del encargo institucional a fotógrafos. Una suerte de contrato mercantil que adquiere personalidad jurídica propia en los índices estéticos: son las denominadas misiones fotográficas.Definida por sus organizadores como la "fótoteca artística de Arco", data de 1989, año con memorativo de los 150 del descubrimiento de la fotografía -cuando la asociación Amigos de Arco le encargó al fotógrafo Joan Fontcuberta la selección de autores y obras de esta colección hasta 1992-, fecha a, partir de la cual se le encomendó a Myriam de Liniers. Como conjunto goza de la belleza contradictoria de un catálogo-hamburguesa, que da igual aderezarlo con tomate o mostaza.

Y según estas reglas, lo mismo da colocar, frente a frente, la refinada sensibilidad y precisa resolución temática de un trabajo como el desarrollado por Eduardo Momeñe en la edición de Arco 91, con la tomadura de pelo de Andre Gelpke, que se despacha con la foto de una lata de tónica Schwepps. O las estampitas de un Adam Lubroth (!), propias de los concursos fotográficos que emitía Televisión Española los sábados por la tarde, allá por los años sesenta. No es de recibo que se dé igual trato a la meticulosidad y empeño de la aportación que hacen Ana Teresa Ortega, Javier Vallhonrat, Fernando Flores o P. Schole Ritterman, que a las frías tomas de Gabriele Basilico.

La práctica totalidad de sus autores -Cristina García Rodero, Jean Marie del Moral, Marta Sentís...- apuntaron su objetivo hacia la obra plástica presente en Arco- con personajes interpuestos frente a ellas de una u otra forma- cuando no, hacia el propio objeto, como las tomas de Brian Griffin y su refotografiado de pantalla.