Mucha marcha pero poca fiesta
Debemos admitir, aunque nos pese, haber tenido que escuchar la tremendista frase de "la moda no está de moda" en más de una ocasión. Es cierto que la crisis de consumo ha afectado a nuestro sector de manera particularmente preocupante. Es evidente que ha producido bajas muy sensibles tanto entre hilanderas, tejedores y confeccionistas, algunas de ellas especialmente tristes por notorias e importantes.Pero no es menos cierto que con mencionar la triste frase y lamentarse no llegamos a ninguna parte; de ese modo, ni se avanza ni se construye el futuro. Es, por tanto, momento de reflexionar y trabajar, no de quejarse. En este país tan dado a pasar de la euforia desmedida a la depresión más profunda, debemos tratar de ser objetivos de una vez por todas. Debemos trabajar con profesionalidad, aprovechar al máximo las experiencias adquiridas y planteamos objetivos reales; más grandes o más pequeños, pero sobre todo cumplirlos. Sólo así seremos competitivos.
La moda, a pesar de algunos pocos, ha existido, existe y seguirá existiendo. Las que hoy estamos debemos contribuir, cada uno en su nivel, a recomponer la imagen de un sector que lo necesita y a conseguir responder afirmativamente a la pregunta ¿existe la moda española? Mucha marcha pero poca fiesta. ¡Esto va en serio!.
