Un papá 'políticamente incorrecto'
Tiene todos los ingredientes para convertirse en una comedia de éxito. En primer lugar, está firmada por un especialista en la dirección de productos pensados para toda la familia como es Chris Columbus, autor de Solo en casa. Tiene un esquema argumental tan simple como funcional: padre pierde hijos y esposa, padre hace méritos para recuperarlos, padre ve amenazada su obra, pero padre los recupera por obra de los buenos sentimientos familiares.Y tiene también un actor que, a pesar de sus detractores, es un verdadero prodigio de camaleonismo imitativo.
Por tanto, que esta peripecia se haya convertido en la película más taquillera del año en medio mundo, EEUU incluido, no debe extrañar. Lo que extraña en todo caso en un cine que se esfuerza tanto por resultar politically correct, empezando por el respeto a la mujer -tan a menudo teñido de machismo-, es que una comedia familiar se muestre, tan hostil, francamente misógina.
Señora Doubtfire, papá de por vida
Dirección: Chris Columbus. Guión-Randi Mayem Singer y Leslie Dixon, según la obra Alias Madame Doubtfire, de Anne Fine. Fotografía: Donald McAlpine. Música: Howard Shore. Producción: R. Williarns, Marsha Graces y Mark Radcliffe Blue Wolf. EE UU, 1993. Intérpretes: Robin Williams, Sally Field, Pierce Brosman. Estreno en Madrid: Coliseum, Amaya, Benlliure, Alcalá Multicines, Juan de Austria, Multicines Las Rozas, Novedades, Multicines Coslada, California (V. O.).
Porque el filme no titubea en mostrar una galería de mujeres a cual más siniestra y antipátia, empezando por Sally Field mujer de éxito laboral entregada a su trabajo e incapaz de perdonar el infantilismo encantador de su marido, y terminando con una madre, la de Robin Williams, que es toda una amenaza telefónica de castración. Como si el mundo de las mujeres adultas fuese, visto desde la perspectiva masculina, toda una amenaza. Y todo ello, por supuesto, para dar realce a las hazañas de Mrs. Doubtfire, la única mujer simpática de la función. Hazañas desopilantes en ocasiones, en otras previsibles, puesto que los préstamos argumentales tomados de otros filmes son muy evidentes.
Señora Doubtfire llama la atención por su defensa de la familia y de la necesidad de triunfar: A Williams sólo se le permitirá reconquistar su status y regresar con su familia cuando demuestre, vía éxito televisivo, que ha sabido hacerse un hombrecito. Meritocracia profesional que hay que superar para mantener una familia.
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