Molina Foix: "En España, la crítica cinematográfica se supedita demasiado a la información"

Vicente Molina Foix afirma que ni es mitómano ni siente nostalgia del cine clásico. Es, sencillamente, un escritor que va al cine a menudo en busca de placeres y que escribe después en Fotogramas críticas en las que intenta desvelar el lenguaje del cine y mostrar esa capa de sensualidad que se oculta bajo las películas. Algunas de las críticas publicadas entre 1981 y 1993 las ha reunido ahora bajo el título El cine estilográfico (Anagrama), y Guillermo Cabrera Infante lo califica en el prólogo de "crítico intelectual que se presenta como un sensualista desordenado".

"Yo me considero -un crítico formalista", dice Molina Foix. "Me gusta: aproximarme a las artes de un modo sensual. En España se ha supeditado demasiado la crítica de cine a la información, pero creo que es interesante subrayar lo que el cine tiene de lenguaje y mostrar esa sensualidad".

"Todo el mundo va al cine" continúa el escritor, "pero hay gente que se deja abrumar por la atracción de los actores, por la fuerza de las imágenes, y no aprecia lo que de arte tiene el cine, a diferencia de lo que pasa cuando leen un libro. En mis críticas me esfuerzo en que la gente repare en el envoltorio artístico del cine, en la voluntad de estilo".

Molina Foix, nacido en Elche (Alicante) en 1946, fue uno de los poetas incluidos por José María Castellet en Nueve novisimos poetas españoles (1970) y es autor de varios volúmenes de poesía y de varias novelas, entre las que destacan Los padres viudos (1983) y La quincena soviética (1988).

Siempre se ha movido en torno al mundo del cine, vocación que compartió en la revista Film Ideal con otros autores de su generación, como Pere Gimferrer, Terenci Moix y Félix de Azúa.

Ayudante de dirección

"Cuando, a los 17 años, empecé a escribir, no sabía si sería escritor o cineasta", afirma. "Ahora tengo muy claro que soy novelista, ya que nunca he hecho cine, aunque en los sesenta fui ayudante de dirección en tres películas de Jesús Franco. Pero me aburrió y decidí que la literatura era más cómoda y no me hacía madrugar tanto. El cine lo veo como lector, pero básicamente estoy en el mundo de la literatura. Es cierto que tengo influencias cinéfilas, pero no sé si esto queda reflejado al escribir, ya que cine y literatura son lenguajes muy distintos".En El cine estilográfico, Vicente Molina Foix ha agrupado 13 años de críticas bajo unos epígrafes que son ya de por sí bastante definitorios. En el Olimpo, por ejemplo. O Los modernos, The movie brats, Los raros...