Los cines cierran el lunes contra el decreto del audiovisual

Todos los cines de España permanecerán cerrados durante la jornada del próximo lunes, día 20. La Federación de Entidades de Cine de España, que agrupa a los exhibidores, y la Federación de Distribuidores de Cine (Fedicine), acordaron en la noche del jueves esta medida, en protesta por la aprobación por el Gobierno el pasado día 10 del decreto de medidas urgentes para el cine, que endurece el sistema de concesión de licencias de doblaje y mantiene las cuotas de pantalla. "El Gobierno no ha calculado las consecuencias del decreto", señala José Antonio Rodríguez Vispo, secretario general de Fedicine. José del Villar, presidente de la federación que agrupa a los exhibidores españoles, argumenta esta decisión: "Ya hemos agotado los gestos posibles".

La convocatoria del cierre no es sino la culminación de la oposición que exhibidores y distribuidores han mantenido contra el decreto dictado por el Ministerio de Cultura. Esta oposición consiguió ya que el Gobierno redujese la pretensión inicial de exigir a las distribuidoras que recaudasen 50 millones de pesetas con una película comunitaria para obtener una primera licencia de doblaje.El decreto fija, finalmente, esta cantidad en 20 millones. La segunda y última licencia se obtendrá al recaudar 50. Unas licencias más caras, evidentemente, que hasta ahora, cuando un distribuidor obtenía la primera con sólo adquirir una película comunitaria para su distribución, y según la recaudación, podía obtener hasta cuatro licencias. El cambio, pese a los recortes, sigue sin gustar.

Los espectadores

"No defendemos nuestros intereses, defendemos los intereses de los espectadores", arguye Del Villar, que insiste en que esta medida supondrá -al no haber suficientes películas comunitarias que recauden dicha cantidad en relación al número de películas estadounidenses que cada año se estrenan- la imposición de las versiones subtituladas. Los exhibidores reclaman además que el sistema de cuotas de doblaje que impone el decreto -que obliga a programar un día de cine comunitario por cada dos de terceros países- pase a establecer una relación de uno a tres.

El representante de los distribuidores españoles, José Antonio Rodríguez Vispo, afirma: "No se puede decir a los espectadores el cine que tienen que ver, y tampoco se puede obligar a los cines a mantener una película con la sala vacía". Un argumento en consonancia con la tesis de del Villar, según la cual el decreto aprobado el día 10 sería "inconstitucional".

El decreto de medidas urgentes ha sido un proyecto impulsado por los productores y por el Ministerio de Cultura. Exhibidores y distribuidores critican el hecho de no haber participado en el proceso de elaboración del mismo. "La norma se ha hecho con gran secretismo, y ha sido elaborado por unos hombres [los productores] que defendían sus intereses", asegura Del Villar que añade, rotundo: "A la pobre ministra la han engañado".José María Otero, secretario general de la Fundación Procine, que agrupa a los más importantes productores españoles, no está de acuerdo en la tesis de que se producirá un desabastecimiento del mercado: "Existe el suficiente número de licencias por utilizar, y se generarán las suficientes para que esto no se produzca", afirmó, y recordó la existencia en el decreto de una cláusula de revisión, utilizable "si hay un problema, para adaptar la normativa a la nueva situación"."Este decreto, como ha sucedido con todos los redactados en los últimos años, está hecho para ayudar y estimular la producción", añadió Otero, que calificó de "puro capricho" y "asombroso" el cierre de cines. "Es una forma de decir que el mercado es de ellos, como lo ha sido siempre, y no consienten en que el cine quiera intervenir en este niercado".El cierre se produce dos días antes de que el decreto pase al Congreso de los Diputados para ser revalidado el próximo día 22 de este mes.