El sur se mantiene deshidratado y encara 1994 con tan sólo el 10% de sus reservas de agua

El viejo observatorio de Madrid ha batido en octubre el récord de precipitaciones de¡ siglo. La zona del río Segura ha padecido la mayor sequía de su historia. En el centro y el norte ha llovido cuatro y hasta seis veces más que en los últimos 30 años. En la bahía de Cádiz, más de 700.000 personas sufren cortes de agua a diario. El suministro a otros dos millones más en la Comunidad Valenciana está pendiente de lo que llueva sobre Cuenca, donde un paraguas atmosférico ha evitado que los nacimientos del Tajo, Júcar y Guadiana se recuperen de la pésima situación que padecen. En Murcia se han perdido 2.000 puestos de trabajo. En Andalucía, el quebranto en la agricultura alcanza los 66.518 millones

La sequía continúa esquilmando las escasas reservas disponibles en la mitad sur de la Península."Es como si se hubiera colocado un gran paraguas en el cielo donde nacen los grandes ríos del sur. ¿Habremos hecho algo malo en los últimos diez años?", se pregunta Isidoro Carrillo de la Orden, presidente de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. Este sobrenombre encierra el sistema más complejo de distribución de agua en Europa. La toma de los embalses Entrepeñas y Buendía, en el alto Tajo, y la deposita en el río Taibilla. Desde allí, se distribuye hasta los grifos de la mitad de los hogares de Alicante (32 municipios), casi toda Murcia y puntos de Albacete.

El sistema ha permitido el desarrollo turístico y los cultivos agrícolas intensivos, con un consumo anual conjunto de 400 hectómetros cúbicos. Hasta que llegó 1992, el peor año de la historia del Segura. Sus reservas de agua están al 8,8%. A estas alturas de 1993 los embalses de Entrepeñas y Buendía tienen menos reservas que el año pasado. Disponen de tan sólo el 15,7% de su capacidad, por lo que el trasvase va a fluir menos caudal en 1994 que en 1993.

Han dejado de regarse 10.000 hectáreas y se han perdido 400.000 toneladas de productos hortícolas. La campaña próxima se dejarán de regar 17.000 hectáreas, con pérdidas de 860.000 toneladas. Paradójicamente, los cultivos tradicionales de regadío, que consumen mucha más agua de procedencia ajena al trasvase, no han sufrido el estiaje en la misma proporción.

A Isidoro Carrillo le da rubor comentar esta situación tan crítica cuando por otros lugares se habla de hastío de lluvia otoñal. "Sólo ha llovido en Madrid y sus alrededores. ¿Se dan cuenta que en la cabecera del Tajo no ha llovido?".

En septiembre se concedió un suplemento de 60 hectómetros cúbicos, a razón de 10 mensuales. En marzo habrá nuevo cupo. Difícil decisión, a la vista de la resistencia que oponen los usuarios del Tajo medio a nuevas concesiones de trasvases, cuando ellos también padecen los efectos de la sequía. Las reservas del sistema de abastecimiento de Toledo se encuentran al 4%.

Recarga de acuíferos

En la cuenca del Guadiana la penuria es notoria. "Sería bueno que no trascendiera el optimismo que se respira. Es cierto que ha habido aportaciones y que el mes de octubre ha sido el más lluvioso de los últimos años, pero el déficit del suelo era tan fuerte que las lluvias sólo han servido para recargar los acuíferos. Los embalses pequeños lo han notado, pero los grandes apenas se han repuesto", dice su presidente, Antonio Alcaraz.

Baste una muestra: las disponibilidades del sistema de abastecimiento Cíjara-Zújar, capaz de albergar 875 millones de metros cúbicos, se encuentran al 13,7%.