La UE exigirá a las tres artes de Bosnia respeto a la ayuda humanitaria

La Unión Europea (UE) celebrará hoy en Ginebra una insólita reunión destinada a evitar la catástrofe humanitaria que presagian la llegada de¡ invierno y la continuación de los combates en Bosnia. Sus ministros de Exteriores y los mediadores internacionales se reunirán con los presidentes de las tres repúblicas ex yugoslavas en conflicto (Slobodan Milosevic por Serbia, Franjo Tudjman por Croacia y Alia Izetbegovic por Bosnia) y con los jefes militares de las tres partes en conflicto para arrancarles el compromiso de que no atacarán a las fuerzas de la ONU y permitirán la llegada de la ayuda humanitaria.

La Unión Europea se juega mucho de su credibilidad en la primera "acción común" de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), decidida por el Consejo Europeo el pasado 29 de octubre. De ahí el extraordinario empeño que han puesto los Doce, y especialmente el tándem franco-alemán, en este nuevo plan de acción que quieren imponer a los contendientes en una reunión que será más de rapapolvo a los jefes militares que de negociación.Además de los doce ministros y de las seis partes (tres presidentes y tres comandantes), estarán los dos negociadores (Thorvald Stoltenberg y David Owen) y el representante de la Comisión Europea, el comisario de Asuntos Exteriores, Hans van den Broek. Los Doce no se han limitado, como en todas las anteriores ocasiones, a mandar a la troika (la presidencia de turno, con las presidencias anterior y posterior y la Comisión), sino que han querido comprometer a todos los socios, aun a riesgo de ofrecer un flanco abierto al conflicto, como puede suceder entre Grecia y Alemania, tras las declaraciones del ministro de Asuntos Europeos heleno, Teodoros Pangalos, a propósito del conflicto balcánico. El ministro aseguró que Alemania es "un gigante con un cerebro de niño" y atacó toda posibilidad de reconocimiento de Macedonia.

Concesiones territoriales

Además de crear los "corredores protegidos", los Doce quieren hacer también un último intento para que Serbia ceda el 3% del territorio que exigen los musulmanes bosnios para rubricar el último plan de partición. La inspiración básica de la convocatoria surge del plan franco-alemán, una iniciativa en tres fases: primero, aplicar el plan de paz en Bosnia y estabilizar la situación en las krajinas (zonas de Croacia bajo control serbio); segundo, convocatoria de una conferencia de paz global, llamada Londres II, destinada a resolver la situación en toda la zona (Kosovo, Sanzak, Voivodina y Macedonia); y tercero, otra conferencia (Londres III), para la reconstrucción de la ex Yugoslavia.

Las perspectivas de la conferencia no son muy alentadoras, según se desprende de las declaraciones realizadas por los dirigentes implicados, cada vez más duras. Radovan Karadzic, líder de los serbios de Bosnia, ya ha anunciado que "la parte serbia no puede ceder un 3% o un 4% del territorio a los musulmanes" y que exigirá "el levantamiento inmediato del embargo contra Yugoslavia". En su opinión, la conferencia será "un gran teatro" donde no sucederá nada.

Por su parte, la presidencia croata ha declarado que su tarea principal será "la liberación de los territorios croatas todavía ocupados por los serbios". Finalmente, el presidente, bosnio, Alia lzetbegovic, exigio que la comunidad internacional "endurezca las sanciones contra Serbia" si los serbios de Bosnia no aceptan las concesiones territoriales.

Cuando Izetbegovic abandonaba Sarajevo con destino a Ginebra, un bombardeo serbio que alcanzó de lleno el centro de la capital bosnia acabó con la vida de cinco personas y causó heridas graves a otras cinco.