Los Doce inauguran hoy el pilar de interior y justicia de la Unión Europea

El Consejo de Ministros de Interior y de Justicia, como órgano con personalidad jurídica de la Unión Europea, se reúne hoy por primera vez en Bruselas, en una sesión de dos días dedicada a poner en marcha el llamado tercer pilar del Tratado de Maastricht. La llamada Política Interior y Judicial permite que los ministros respectivos se reúnan en consejo y tomen decisiones sobre estas áreas hasta ahora excluidas de la construcción europea. Entre las primeras decisiones se halla la apertura de la Oficina de Policía Europea o Europol en La Haya, el 1 de diciembre, y más en concreto de su unidad de lucha contra la droga.La UE tiene tres pilares: el comunitario, la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y las políticas de interior y de justicia. La entrada en vigor del tratado el 1 de noviembre obliga a los Doce a armonizar cuestiones como el asilo, los visados' la política de inmigración o la lucha contra la droga y a plantearse la aplicación de la libre circulación de personas dentro del espacio de la Unión Europea, pospuesta desde el 1 de enero de 1993 por deficiencias técnicas y principalmente por desacuerdos en su aplicación.

Aplazamientos

Hasta ahora, los 12 ministros de Interior se reunían informalmente en el informal Grupo de Trevi o a nueve -con exclusión del Reino Unido, Irlanda y Dinamarca- dentro del Grupo de Schengen. Los nueve países de este último grupo han decidido poner en marcha la libre circulación de personas por su cuenta, sin esperar a que exista unanimidad entre los Doce, pero su objetivo ha sido también aplazado varias veces.

El último aplazamiento ha pospuesto hasta el 1 de febrero de 1994 la desaparición de los controles interiores en las fronteras de la Unión Europea, pero fuentes comunitarias han manifestado su escepticismo y dan como muy probable un nuevo y quizá más importante retraso en la aplicación del convenio.

La Comisión Europea propondrá una nueva redacción del convenio de fronteras externas, imprescindible para que desaparezcan las internas, del que queda excluido Gibraltar, para evitar así que el contencioso hispano-británico paralice su aprobación. La propuesta de la Comisión significa convertir en tema de la Unión los acuerdos básicos de Schengen, incluido el visado común, pero existen muy escasas posibilidades de que estas propuestas obtengan la unanimidad imprescindible en la definición de las acciones comunes del pilar de interior y judicial.

A pesar de las discrepancias entre los Doce, el amplísimo temario de debates (29 puntos) permite pensar que habrá avances en alguna de estas conflictivas cuestiones, que serán remachadas por los jefes de Gobierno y de Estado en la cumbre de los días 10 y 11 de diciembre en Bruselas. El primer punto de discusión será el asilo político, que tiene por objetivo el reconocimiento del estatuto de asilo concedido por un país en los otros 11. Los ministros también debatirán sobre política de inmigración y acuerdos de readmisión de inmigrantes, con el problema de fondo de la lucha contra la inmigración ilegal.

El aumento del racismo y la xenofobia se halla entre las prioridades del consejo: se propone mayor cooperación transfronteriza, programas de entrenamiento policial y una mejora del intercambio de información. Los Doce discutirán también cómo mejorar los controles exteriores ante el terrorismo y evaluarán las actuales amenazas en el territorio de la Unión Europea.

La lucha contra la droga y contra el crimen organizado, el blanqueo de dinero procedente de la delincuencia, los problemas de orden público en los estadios de fútbol, la delincuencia ecológica, la trata de seres humanos, el fraude a los presupuestos de la Unión Europea y la mejora de los actuales convenios de extradición entre los Doce ocuparán también a los ministros en los dos días de duración del consejo.