Juristas y psicólogos califican de "una barbaridad" la sentencia de Liverpool
En España, los menores de 12 años están libres de sanción
Una barbaridad que en absoluto tiene cabida en España. Ése es el resumen del primer análisis que juristas y psicólogos relacionados con menores hacen de la sentencia del caso de Liverpool, que el miércoles declaró a dos niños de 11 años culpables de secuestrar y asesinar a golpes a otro de 2. Coinciden en que un menor de 12 años no es en absoluto responsable de sus actos y que hay que entenderlo como una reacción desesperada de la sociedad británica ante el horror, que ha necesitado llevar al banquillo a dos niños para tranquilizarse.
El magistrado Joaquín Navarro no se anda con rodeos: "Es una barbaridad jurídica que acaba con muchos siglos de esfuerzo para que el Derecho Penal excluyera a los niños. Se les niega capacidad y responsabilidad para firmar un contrato, trabajar y votar; pero no para castigarles. Es una decisión totalmente ajena a la cultura jurídica europea. Una sociedad que condena como adultos a los niños se está condenando a sí misma; porque si, como se ha dicho, esos niños son monstruos, quien les ha hecho así es la sociedad británica".El fiscal de menores Félix Pantoja señala: "La ley española es afortunadamente más progresista". Y la explica: "Para los menores de 12 años no cabe adoptar ninguna medida sancionadora. La medida más extrema sería quitar la patria potestad a los padres. Quienes cuentan entre 12 y 16 años no tienen responsabilidad criminal; no se les reconoce capacidad de cometer hechos delictivos. La ley contempla medidas educativas, no punitivas, de acuerdo con un equipo de educadores y psicólogos y atendiendo más a las circunstancias personales y del entorno del niño que a los hechos. La más extrema es el internamiento en un centro por un máximo de dos años. Quienes tienen entre 16 y 18 años ya tienen responsabilidad criminal, pero atenuada".
Nula culpabilidad
La nula culpabilidad de los menores de 12 años y esos dos años como máxima sanción para quienes tienen entre 12 y 16 es lo que todos resaltan. Javier Urra, psicólogo de los Juzgados de Menores y Fiscalía de Madrid, quiere dejar claro que la ley española considera al menor de 12 años como "sujeto de defensa, no de reforma; de riesgo social, nunca de conflicto social". "La ley de 5 de junio de 1992 les excluyó de toda responsabilidad penal. El caso de Liverpool hay que entenderlo también como de conciencia social, para descanso de la sociedad, que los encuentra culpables y los sanciona. Es un mecanismo de defensa".
El juez Ramiro Ventura, que dejó el año pasado de ser juez de menores por desacuerdo con la ley de 1992 sobre el procedimiento de juzgados de menores, considera la sentencia de Liverpool aberrante por bastantes motivos. "El primero, toda sentencia debe ser precisa y determinada; es completamente inadmisible condenar a alguien por un tiempo indefinido, como es este caso. Es peligrosísimo, pueden estar encerrados 60 años". Y sigue explicando que la ley española vigente, "a pesar de ser una chapuza procesal, por lo menos sí impide juzgar a menores de 12 años; porque las leyes de 1918 y 1948 permitían castigarles sin juicio y por un tiempo indefinido".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.