Soldados israelíes matan al jefe del brazo armado de Hamás para Gaza y Cisjordania
El jefe del Ezzedine al Kassem, el brazo armado de la organización palestina radical Hamás para los territorios ocupados, fue abatido ayer por disparos de soldados israelíes en la ciudad de Gaza. Imad Kamel, de 24 años, se enfrentó con un grupo de militares que le exigieron que se identificara y fue tiroteado, según fuentes palestinas. La versión oficial israelí indica que un grupo de soldados abrió fuego contra el vehículo en que viajaba Kamel cuando se negó a detenerse en una barrera de control. Kamel era el palestino más buscado por Israel en los territorios ocupados desde hace tres años.
Tropas israelíes mataron anoche en Gaza al guerrillero palestino musulmán más buscado, en un choque que más de uno de sus admiradores anónimos, ahogando lágrimas, comparó con la muerte de Ernesto Che Guevara en las selvas de Bolivia en 1967:Todos lo querían... lo cosieron a balazos".
La diferencia es que Imad AkeI, el comandante de la Brigada Ezzedín al Qassem, de 24 años, no fue acribillado en una escuela, como lo fue el famoso guerrillero argentino-cubano herido en combate desigual en la remota quebrada de Nancahuazú. Akel murió disparando en una calle de Gaza. Su tránsito a la leyenda de la lucha palestina, especialmente en el sector musulmán, estaba anoche asegurado.
Según informes obtenidos por EL PMS, Akel viajaba en un Peugeot blanco por el sector occidental de la franja ocupada, donde los controles son generalmente menos estrictos. Inesperadamente se topó con una patrulla israelí cerca de la aldea de Shuyaia. Saltó del coche y abrió fuego con un fusil Kaláshnikov. Fue abatido y cayó en el camino. Aparentemente no hubo bajas israelíes. Su acompañante, no identificado, huyó a pie al amparo de la oscuridad.
La situación en Gaza era anoche tensa. La eliminación de Akel 24 horas después de la simbólica llegada del primer contingente de 22 policías de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) arrojó confusión entre los miembros del movimiento de la resistencia islámica, o Hamás, cuyo brazo armado es la Brigada Ezzedín al Qassem. El nombre viene de un héroe árabe (según algunos, de origen sirio) que pereció combatiendo contra las tropas británicas en 1936. Una fuente militar describió a Ake1 como "el hombre más buscado de la guerrilla palestina en la franja de Gaza" y dijo que fue el arquitecto y ejecutor de emboscadas en las que murieron al menos tres soldados del Ejército de ocupación israelí.
Oposición al acuerdo de paz
Hamás es el principal opositor del histórico acuerdo de paz firmado entre Israel y la OLP el 13 de septiembre pasado en Washington. A pesar de declaraciones públicas de que los fundamentalistas de Hamás no van a buscar enfrentamiento con la OLP "para no derramar sangre palestina", en el proceso que debe entrar en funcionamiento con la retirada de tropas israelíes de Gaza y Jericó a partir del próximo, 13 de diciembre, los síntomas de una inminente lucha interna persisten.El Ejército israelí, ansioso por abandonar el avispero de Gaza, volvió a demostrar ayer nerviosismo, y eso le costó la vida a otro palestino de 17 años llamado Nidal Awad. Awad murió a tiros dentro de su coche cuando aparentemente ignoró órdenes de detenerse cerca de Beit Hanún. El martes, ocho palestinos resultaron heridos en circunstancias parecidas, dijeron fuentes de seguridad en la franja ocupada.
Anoche resultaba imposible conocer la versión de los flamantes policías palestinos que, tras graduarse en una academia militar en Egipto, llegaron a Gaza para preparar el despliegue de fuerzas leales a Arafat a partir del 13 de diciembre. "Tenemos órdenes de no hablar a nadie", dijo uno de ellos. "Hasta el 13 de diciembre no abriremos la boca". De hecho, los policías de Arafat están desamparados: no tienen armas ni cuarteles. Se alojan en casas de parientes.
La muerte de Akel, eso sí, les alivia de una tarea ingrata. La OLP ha dicho que lo que menos quiere es derramar sangre palestina, pero en la sórdida campañía por el control de la explosiva franja de Gaza quizás los soldados israelíes, voluntaria o invountariamente, se han encargado e ahorrarles una faena.
