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Temor al exceso de revoluciones

Clemente sólo recela de que el ambiente eléctrico de Sevilla afecte a sus jugadores

Santiago Segurola

La selección española decide hoy su futuro (21.00, TVE 1). Envuelta en un ambiente casi fanático, con la ciudad de Sevilla entregada, teniendo que entrar los jugadores por la puerta de servicio del hotel, España batallará con Dinamarca para conseguir la victoria y uno de los puestos que garantizan la presencia en el Campeonato del Mundo de Estados Unidos 94. El encuentro se mide más por terminos bélicos que futbolísticos. Es lo que quiere Javier Clemente. Un partido intenso, jugado en medio de un tremendo estado emocional, la clase de duelos que siempre han gustado al seleccionador. Clemente mantuvo ayer su hermetismo con respecto a la alineación titular y las instrucciones para detener a los hermanos Laudrup. Sólo reconoció su temor al exceso de revoluciones que puede causar en los jugadores el eléctrico clima del estadio Sánchez Pizjuan.Más sereno que en Dublín, pero siempre con una bala en la recámara contra los periodistas, Clemente dijo que todo es tranquilidad en sus filas. "Esta vez no se ha producido ningún problema, aunque se intentó que lo hubiera en la llegada de los jugadores del Madrid a la concentración. Pero hasta el más tonto se da cuenta de que no se puede hacer el rídiculo antes del partido. Después puede ser distinto. En cualquier caso, el trato no tiene nada que ver con lo anterior", manifestó. Clemente se refería a las vísperas del encuentro con Irlanda, disputado bajo un fuego cruzado con parte de la prensa.

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En este punto, Clemente hizo ver que hay una tregua tácita ante el partido más emotivo que va a disputar España en los últimos años. Toda la parafernalia está preparada. Las colas interminables, las noches sin dormir de miles de aficionados en las puertas del estadio, la conexión entre la ciudad y el equipo... La puesta en escena es espectacular. "En eso es en lo único que tenemos ventaja ahora mismo", indicó. El seleccionador valoró en todo momento la categoría de Dinamarca, conjunto al que aludió con admiración.

El rival es el tipo de equipo en el que se mira Clemente. Rocosos, compactos, preocupados por el juego físico y defensivo, eficaces, los daneses han sido poco apreciados por la crítica. Pero Clemente sale a defender los: "Es una selección de gran nivel. Antes daban espectáculo y no ganaban. Ahora son menos vistosos, más defensivos, más efectivos y son los campeones de Europa". Y la siguiente respuesta estaba servida: "Prefiero esta Dinamarca a la anterior. Es el fútbol que yo quiero".

El técnico se negó a ofrecer la alineación, aunque dio a entender que habrá pocas variaciones respecto a la de Dublín. La ausencia de Caminero ha originado toda clase de cábalas sobre su sustituto. La opción de Guardiola parece la natural, pero no es un jugador que acabe de llenar a Clemente. La otra baza es la de Bakero, un veterano curtido en grandes batallas y con aura en los instantes trascendentes.

Convencido de que Irlanda ganará en Belfast, Clemente se mostró satisfecho de las condiciones que rodean el encuentro: "Sospechaba desde hace tiempo que el partido contra Dinamarca sería el decisivo. Me esperaba este ambiente tan extraordinario, aunque me preocupa que los futbolistas se dejen arrastrar y precipiten su ritmo de juego".

El seleccionador habló del encuentro de Copenhague como punto de referencia para el de hoy. España salió con una derrota, pero Clemente vio aspectos vulnerables en sus adversarios: "Después de recibir el gol muy pronto, tuvimos media docena de ocasiones ante un equipo defensivo y con fama de controlar estos partidos. Se abrieron buenas expectativas".

Los jugadores se entrenaron en una sesión secreta por la tarde. Clemente quería la máxima concentración para el equipo a pesar de la efervescencia que se vivía en los alrededores del estadio: "Me gustaría complacer al público, pero entre trabajar bien y complacer a la gente prefiero trabajar bien". Las palabras explicaban la posición de un hombre que no acaba de sintonizar con la afición sevillana. A su llegada al hotel, varias personas le insultaron. Él no quiso mostrarse beligerante y declaró que nunca ha hablado mal de Sevilla.

Alineaciones probables

España: Zubizarreta; Ferrer, Alkorta o Voro, Nadal, Giner o Alkorta, Camarasa; Goikoetxea, Hierro, Luis Enrique, Bakero o Guardiola; y Julio Salinas.

Dinamarca: Schmeichel; Nielsen, Kjeldbjerg, Jensen, Friis-Hansen; Vilfort, Lars Olsen, Larsen, Michael Laudrup; Povlsen y Brian Laudrup.

Árbitro: Vassilios Nikakis (Grecia).

La amenaza de los Laudrup

La amenaza de los hermanos Laudrup ha sido el principal objeto de debate en los últimos días. La incorporación de Michael, un jugador que merece un respeto enorme para sus compañeros del Barcelona, ha abierto las especulaciones sobre el sistema que utilizará hoy Clemente: la defensa colocada en zona o el marcaje individual.El técnico español se reservó sus intenciones en la conferencia de prensa de ayer. Se limitó a expresar su admiración por Michael Laudrup y la buena impresión que tiene de Brian, el jugador del Milan. En Copenhague puso la marca de Ferrer sobre Brian, pero en aquel partido no jugó su hermano. Del mayor dijo que es uno de sus futbolistas predilectos -"conmigo jugaría siempre como titular"- y añadió: "Juega y piensa". De Brian se quedó en la mitad: "Juega". La presencia de ambos descarta un doble marcaje al hombre.

La consideración que tiene Clemente del resto del equipo danés es excelente. Le gusta la velocidad de PovIsen y la determinación de Jensen. Pero las mayores palabras de elogio las tiene para el guardameta Schmeichel: "Sin duda, es uno de los mejores de Europa".

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