Cirugía plástica y reparadora
Ante los recortes de prestaciones que el Ministerio de Sanidad piensa emprender, he notado que en las manifestaciones de sus altos ejecutivos hay una fijación constante: suprimir la cirugía estética. En los servicios de cirugía plástica y reparadora de los hospitales de la Seguridad Social excepcionalmente se realizan intervenciones quirúrgicas de cirugía estética.Claro está que, por las declaraciones de la ministra y demás altos cargos de dicho ministerio, no coincido con lo que ellos catalogan como cirugía estética. Parecen haberse aprendido de memoria la "extirpación de tatuajes" y las "orejas en soplillo" como paradigma de intervenciones que no puede cubrir el sistema público de salud. La cosa no es tan sencilla de resolver, puesto que si un niño tiene unas orejas en soplillo y, por ello, sus compañeros de clase lo martirizan hasta el punto de que no quiera ir al colegio y odie a los niños, y todo ello acabe por afectar gravemente a su psiquismo, ¿les parece que debe ser tratado en un hospital público?
Hay multitud de procesos que, siguiendo planteamientos meramente economicistas, pare
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ce obvio que se supriman de la cobertura pública; pero profundizando se llega a la conclusión de que puede ser tan necesaria su financiación pública como otros que son incuestionables.
Para efectuar una regulación como la que se pretende habría que contar con los profesionales de cada especialidad.
¿Por qué si la regulación en último extremo es inevitable no se emplean estas intervenciones que puedan ofrecer dudas de cobertura para, mediante tarifas moderadas, financiar, en parte, al hospital público?.- Jefe del servicio de cirugía plástica y reparadora del hospital universitario Reina Sofía.
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