_
_
_
_
LOS LÍMITES ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN BIOLÓGICA

Muchos gemelos artificiales

Desde el punto de vista científico, el experimento de Jerry Hall de hacer clones de embriones no supone ninguna revolución en la biología. La naturaleza lo hace, no es nada nuevo para ella: son los hermanos gemelos monocigóticos, individuos genéticamente idénticos que proceden de la división de un único óvulo fecundado. Lo que pasa es que Hall ha abierto la puerta para hacer esto artificialmente, en laboratorio, y no para obtener dos o tres hermanos iguales, sino un número teóricamente elevado, aunque no infinito.El procedimiento de clonación se utiliza en animales de granja -ya hay varias vacas clónicas andando- para obtener ejemplares óptimos para la producción de leche o de carne o con otras características interesantes. Igualmente se hacen en laboratorio ratones clónicos. Hall ha realizado el mismo proceso con células humanas.

Más información
A un paso de la clonación humana

El óvulo fecundado de un mamífero se desarrolla en sucesivos pasos de división celular: de una célula salen dos, de ellas cuatro, luego ocho... Lo que esta técnica de clonación hace es, en estos estadios iniciales de división, separar grupos de pocas células y cultivar familias celulares a partir de cada uno de ellos. Luego se implantan en un animal madre y continúa el proceso normal hasta que de cada embrión clónico se desarrolla un individuo completo idéntico a sus hermanos. Así se obtienen varios ratones iguales, o conejos o terneros. EL número de gemelos artificiales puede ser alto, pero limitado, porque a medida que avanza el proceso de división binaria empieza la diferenciación celular y las células empiezan a especializarse para llegar a ser músculo o hígado o cerebro.

Hall y sus colaboradores no han llegado tan lejos con los embriones humanos, pero se han quedado a un paso de hacer clones. Lo que han demostrado es que se puede lograr artificialmente en humanos la división de blastocitos (un grupo de pocas células) y hacerlos crecer brevemente en cultivos separados en laboratorio.

Otra cosa muy diferente a estos experimentos sería hacer clones a partir de reproducción asexual, es decir, crear organismos idénticos a un adulto, descendientes de él a partir de una de sus células. Por ahora esto es técnicamente imposible.

Una célula somática de un animal tiene sólo la mitad de la dotación genética y necesita la otra mitad procedente de la pareja para formar un embrión mediante reproducción sexual. Sólo en caso de conseguir células pluripotentes de un organismo desarrollado cabría pensar en semejante experimento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_