Activistas del movimiento Hamás matan en Gaza a dos soldados israelíes que habían capturado
El secuestro y la muerte de dos soldados israelíes en el territorio ocupado de la franja de Gaza empañaron anoche el primer paso concreto hacia la reconciliación gradual entre palestinos e israelíes, que se realizará hoy mediante la liberación de centenares de prisioneros árabes. Un comunicado fírmado por la brigada Asedín el Qassam, el brazo armado del movimiento de la resistencia islámica Hamás, dijo que los dos soldados israelíes fueron capturados mientras patrullaban en un camino entre los campos de refugiados de Jan Yunis y Deir el-Bala, al sur de la ciudad de Gaza.
JUAN CARLOS GUMUCIO, El escueto comunicado dio a entender que los israelíes fueron "ejecutados" como respuesta por la represión israelí contra la Intifada y que sus armas, dos fusiles automáticos M-16, se encontraban en poder de los guerrilleros integristas. Horas después, fuentes del Ejército israelí en Gaza confirmaron la noticia del secuestro y muerte de los dos soldados.En medios palestinos existían inicialmente temores de que podrían surgir por parte de las, autoridades israelíes serios obstáculos para la liberación de más de 700 prisioneros árabes. Un portavoz del Ejército, sin embargo, confirmó anoche que la operación, aunque excluirá a los prisioneros de Hamás, se realizará hoy como previsto, lo que puede dar un significativo impulso a las negociaciones palestino-israelíes que se reanudan precisamente mañana en el balneario egipcio de Taba, y que Hamás intenta torpedear.
Las primeras reacciones de las autoridades israelíes ya habían sido marcadas por la moderación. El primer ministro, Isaac Rabin, afirmó que "quienes cometen ahora atentados son palestinos opuestos al proceso de paz". Rabin subrayó que "la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha sido fiel a los compromisos contraídos" ya que "no ha cometido un sólo atentado terrorista en Israel o en los territorios ocupados" desde el acuerdo sobre la autonomía de Gaza y Jericó. El primer ministro añadió, sin embargo: "Debemos recordar que aún no hemos firmado el acuerdo de paz".
Temores de la OLP
A pesar de estas señales de moderación, los temores no habían desaparecido del todo en el seno de la OLP. "Todo podría darse la vuelta", comentó un dirigente de esta organización, "porque los israelíes podrían alegar que Yasir Arafat, a pesar de haber decretado la tregua, no está en condiciones de controlar a los palestinos de Gaza. Los integristas están tratando de bloquear, a toda costa, cualquier progreso en las negociaciones".
Palestinos e israelíes coinciden en señalar en que el más visible y simbólico resultado de las conversaciones de Taba es la liberación de prisioneros. A pesar del acuerdo al respecto, los palestinos no están del todo satisfechos con el criterio selectivo que Israel quiere aplicar a la amnistía. Según la OLP y organismos defensores de los derechos humanos, Israel tiene a cerca de 13.000 palestinos en prisiones. El Gobierno sostiene que la cifra no sobrepasa los 9.000.
La liberación de prisioneros se ha convertido en el tema principal de las conversaciones de Taba. La OLP está ansiosa por dejar claro frente a las bases palestinas que el acuerdo con Israel, firmado el pasado 13 de septiembre en Washington, está produciendo frutos y es capaz de dar resultados concretos y rápidos.
Pero Israel ya ha dicho que sólo pondrá en libertad a aquellos palestinos "que no se hayan manchado las manos de sangre". Sin embargo, la OLP insiste en que "todos los prisioneros deben ser liberados o puestos bajo el control de las autoridades palestinas".
Sin embargo, muchos de los prisioneros permanecen entre rejas por delitos que, técnicamente, ya no son tales. La mayor parte son jóvenes arrestados durante manifestaciones contra la ocupación israelí, condenada por la comunidad internacional. Hasta antes del reconocimiento israelí de la OLP, colocar una bandera palestina o participar en una reunión en la que se encontrara alguien con conocida afiliación a la OLP, era un crimen.
Arafat, al iniciar la fase ejecutiva del plan de paz en El Cairo el día 13, declaró que la Organización para la Liberación de Palestina insistirá en la liberación de "todos los presos palestinos", incluyendo a los miembros de lo que constituye su más furibundo rival, el movimiento integrista Hamás.
Esa posición, sin embargo, parece haber cambiado. Según informes de Taba, la OLP acabó aceptando el hecho de que los militantes de Hamás acusados y condenados por crímenes políticos permanecerán en cárceles israelíes. La acción de ayer de los integristas sólo puede contribuir a reforzar esta situación. Tal selección, por otra parte, tendrá por efecto profundizar todavía más la brecha entre Arafat y sus rivales integristas.
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